Agaete es un pueblo históricamente agrícola, marcado en su fase previa por la exportación de caña de azúcar, cultivo de la cochinilla y el tomate que se exportó durante siglos al extranjero, sin embargo el fértil Valle de Agaete guarda más de un secreto. En este rincón de Gran Canaria crece el único café que se cultiva en Europa, además de frutas tropicales (mangos, naranjos, papayas, café, aguacates,…) en cultivos centenarios a orillas del mar.
Agaete es el único lugar de todo el continente donde pasear por un cafetal, disfrutar de sus aromas y dejarse enamorar también por sus frutas tropicales y sus vinos. Además, es uno de los pocos lugares donde se mantiene la tradición trashumante, como parte de la ruta de los rebaños en busca de pastos verdes todo el año y que da a Agaete quesos que han sido premiados a nivel internacional.

Agaete nació del mar, como puerto de abrigo en una de las costas más ricas de la isla. Abierto al mar, este pueblo guarda su esencia de pueblo marítimo, bajo los impresionantes acantilados que surgen desde el Puerto de las Nieves al Pinar de Tamadaba. Este es el enclave idóneo para disfrutar de un baño en las limpias aguas del Océano Atlántico y descubrir uno de los fondos marinos más interesantes y limpios, destino favorito del submarinismo. Casas de pescadores tradicionales, restaurantes especializados en pescado y marisco y sus profesionales en activo mantienen la tradición pesquera en esta zona, que además tiene en el Puerto de Las Nieves Agaete uno de los puntos estratégicos más importantes dentro de la red de puertos de la Comunidad Autónoma de Canarias, que habitualmente mueve a más de un millón de pasajeros y 400.000 vehículos al año, y que es fundamental para la conexión de las islas de Gran Canaria y Tenerife y el tráfico de mercancías.