He procurado toda mi vida trasladar a los demás el profundo orgullo que aprendí de mis mayores en el barrio de El Palmar de Teror y que nacía de conocer y presumir de mis raíces culturales, genealógicas, históricas, patrimoniales y hasta vegetales.

Porque sólo se puede querer con plenitud cuando conoces y defiendes hasta el rincón más pequeño de aquello que amas.

Desde la flor de la retama hasta las fiestas del Agua; desde los Aires de Lima a la mantilla de mi abuela; todo, absolutamente todo lo que definía a la gente que yo quería en su esencia como pueblo; lo quise, lo amé, lo aprendí y lo he dado a conocer con todo lo que he hecho durante toda mi vida.

Soy canario desde lo más profundo de mi corazón y siento y pienso y quiero y entiendo mi vida y el futuro de mis hijos desde Canarias y para Canarias.

Amo tanto la visión del glorioso Roque Nublo como la del majestuoso Teide; los pinares de La Palma como el rumor boscoso de La Gomera o el eco sublime de Sabinosa y Valentina; presumo como si fueran mías lo mismo de la impresionante Casa de Los Coroneles como de las arenas de las calles de Caleta del Sebo o el blanco deslumbrante de una limpia pared de Yaiza.

Para mí no merita la pena vivir de otra forma que amando hasta que duela el alma, al lugar donde se ha nacido.

Para todas, todos, los que hemos tenido esa inmensa suerte de nacer aquí; para los que han decidido venir a disfrutar con nosotros de vivir en el paraíso; a los que nos visitan para saber lo que es la gloria…

¡FELIZ DÍA DE CANARIAS 2022!