El Ayuntamiento de Guía impulsa la adquisición de la Ermita de San Juan

El alcalde de Guía, Pedro Rodríguez,  ha mantenido un encuentro con los representantes de los herederos de la Ermita de San Juan para abordar las cuestiones relativas a su adquisición “y que forme parte  así del patrimonio de todos los guienses”, explicó, destacando además la “buena sintonía que desde un primer momento ha existido con los representantes en las negociaciones llevadas a cabo para la tramitación del expediente”, subrayó.  En la visita que se realizó a la ermita, el primer edil guiense estuvo acompañado por los concejales de Urbanismo, César Medina; Vías y Obras, Aniceto Aguiar, y el arquitecto Municipal, Juan Luis Monzón.

Este inmueble fue declarado en 2018 Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de ‘Monumento’ por el Gobierno de Canarias. Ya en el año  2011, recuerda el alcalde, “desde el Ayuntamiento de Guía reactivamos la tramitación del expediente para la declaración como BIC de esta ermita ante el  Servicio de  Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria  al ser éste el órgano  competente para la tramitación del mismo y su posterior remisión al Gobierno de Canarias”, indicó.  

La ermita de San Juan de Santa María de Guía data de 1690 y constituye un elemento representativo de la sociedad de finales del siglo XVII, en la que existían importantes propietarios vinculados a la expansión agrícola, así como una sociedad agraria instalada en un medio geográfico disperso y adaptado a un sistema productivo. 

Atendiendo a su delimitación, el BIC lo forman la ermita y la pequeña plaza mirador y su entorno de protección está conformado por el montículo cubierto de vegetación donde se sitúa la ermita, las antiguas edificaciones y la cueva, situadas en el lado sureste del promontorio, formando una unidad arquitectónica, así como los caminos de acceso a la ermita, con una superficie aproximada de 6.000 metros cuadrados.

En cuanto a su edificación, ocupa una ubicación preeminente sobre un promontorio aislado, con acceso a pie a través de un antiguo camino que llega hasta la plataforma rocosa que, a modo de atalaya, tiene una amplia visión sobre el territorio circundante. 

De este modo, el edificio es testimonio material de la arquitectura y de la sociedad de la época, con una construcción sencilla de muros de carga y cubiertas inclinadas, con estructura de madera par y nudillo según las pautas del estilo mudéjar y con una pequeña plaza que la rodea.