Las obras de la piscina municipal entran en su fase final 

En la última semana se ha comprobado de manera favorable la impermeabilización del vaso de la piscina. 

Las obras de reforma integral de la Piscina municipal de Teror avanzan a buen ritmo y entran en su fase final de ejecución, tras realizar en la última semana las pruebas para comprobar la impermeabilización del vaso de la piscina, con resultado favorable.  

Culminado el refuerzo de la estructura e instalada la nueva cubierta de la instalación deportiva, ya se han ejecutado los trabajos de albañilería, distribución interior e impermeabilización de la zona de playa y vaso de piscina. También se han ejecutado las instalaciones de fontanería, saneamiento, conductos de climatización, tratamiento de agua, electricidad, alumbrado, y protección contraincendios. Actualmente se están realizando trabajos de acabados, alicatados y colocación de pavimentos. Además se han iniciado los trabajos de aislamiento térmico de fachadas y montaje de instalaciones en la sala de máquinas. 

IMPORTANTE OBRA DE INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL 

La ejecución de esta importante obra de infraestructura deportiva del Ayuntamiento de Teror no ha sido sencilla, debido a las modificaciones que se han tenido que llevar a cabo mejorando el proyecto inicial. “Es lógico que en una obra de esta envergadura y con más de 20 años de antigüedad, nos encontremos con problemas que poco a poco se han ido solventando, con el objetivo de que el resultado sea el mejor para la ciudadanía de Teror”, explicó la concejala de Deportes, Laura Quintana. 

“Somos conscientes del tiempo de demora que ha sufrido la ejecución del proyecto y los inconvenientes que ha ocasionado a los/as deportistas y clubes del municipio, pero confío en que pronto podamos disfrutar de unas instalaciones modernas y con proyección de futuro. Teror dispondrá de una de las mejores infraestructuras de la isla en este ámbito”, manifestó Laura Quintana. 

Se trata de una de las obras más importantes en infraestructuras municipales llevadas a cabo en los últimos años en Teror, que supondrá una inversión de 2,4 millones de euros. 

MEJORAS DEL PROYECTO INICIAL 

Las nuevas instalaciones de la Piscina municipal contarán en la misma planta de la piscina con vestuarios, recepción, zona de calentamiento, enfermería, vestuarios para árbitros y monitores y almacén para material. La planta inferior tendrá dos salas polivalentes multiuso, cuarto del personal, cuarto de limpieza y sala de máquinas. 

El modificado del proyecto inicial se ha realizado siguiendo las indicaciones de expertos, profesionales en el ámbito deportivo y de los clubes que utilizarán las instalaciones. Con este modificado se ha dado solución al refuerzo y reparación estructural requerido por el estado y antigüedad del inmueble, se ha ampliado la superficie destinada a almacén, sala polivalente para árbitros y entrenadores, baño de uso familiar, disponiendo de mayor superficie de playa con el objeto de realizar actividades y entrenamientos en seco, y con la posibilidad de que se pueda instalar una grada desmontable. 

Además se han incorporado corcheras, postes de señalización y paneles de viraje con objeto de dotar del equipamiento deportivo que permita el entrenamiento y la práctica deportiva de la natación. Por otra parte se ha instalado una barrera de protección contra el gas radón, de acuerdo a la normativa recientemente publicada. También se ha incorporado un ascensor que permite el acceso a personas con movilidad reducida 

ACCESIBILIDAD Y AHORRO ENERGÉTICO 

Entre los objetivos del proyecto, además de cumplir las condiciones de acceso para personas con movilidad reducida (PMR), potenciar el espacio adaptándolo a las nuevas demandas de los usuarios y adaptar el recinto a las vigentes normativas sectoriales, destaca como objetivo maximizar la eficiencia energética y sostenibilidad del recinto.

Con las intervenciones en la envolvente y en las instalaciones se ha conseguido una calificación energética A, siendo este uno de los objetivos del proyecto es conseguir un uso racional de la energía necesaria para la utilización de los edificios público, reduciendo a límites sostenibles su consumo, incorporando fuentes de energía renovable, contribuyendo de esta manera a frenar el cambio climático siguiendo  parámetros objetivos y procedimientos para asegurar los mínimos de calidad exigibles sin gastar más de lo necesario.