Encarna García levanta el Centro Municipal de Cultura con un pregón cargado de “asuntos que nos alegran el corazón”

Los aplausos retumbaban en el Centro Municipal de Cultura cuando Encarna García Cabrera, la pregonera de las fiestas de La Aldea de San Nicolás 2021, ponía el punto final a su discurso con un ¡Viva la fiesta! Los asistentes se pusieron en pie para que, aún en la lejanía de la distancia de seguridad sanitaria, sintiera el cariño de su pueblo.

Una actuación musical de la mano de Juan Sebastián Ramírez, Abraham Ramos y Mari Carmen Segura abrió el acto que se celebró en el Centro Municipal de Cultura y se retransmitió en directo a través de TV La Aldea y YouTube. Marian Álvarez fue la encargada de presentarlo y el alcalde del municipio, Tomás Pérez, dio la bienvenida a Encarna García.

La pregonera abrió su discurso destacando el “encomiable” esfuerzo que se ha venido realizando, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Parroquia, para celebrar unas fiestas en honor a San Nicolás en este 2021 a pesar de las circunstancias sanitarias, que ella conoce de primera mano.

Encarna nació en La Aldea en 1966, es hija de Antonio García y Ofelia Cabrera y la mayor de cuatro hermanos: Mabel, Fernando y Belén. Estudió Medicina y empezó a ejercer su profesión en El Sabinal para trasladarse al Hospital Doctor Negrín en el momento de su inauguración. En la actualidad desempeña su trabajo en la Unidad de Cuidados Paliativos del centro. Su propuesta como pregonera, aceptada de forma unánime por todos los partidos que forman la Corporación municipal, es también un reconocimiento a los sanitarios y sanitarias que tanto han luchado en primera línea contra la COVID-19.

Sin embargo, la pregonera no quiso centrar su discurso en el contexto actual, sino focalizarlo en “asuntos que nos alegren el corazón”. Por ello destacó el importante papel que se está haciendo en el municipio para dejar reflejada su historia y la riqueza de su patrimonio en la posterioridad.

Contó que el hecho de nacer en La Aldea forjó su personalidad y construyó su corazón, “un núcleo sólido, arraigado, resistente y resiliente”. Así, habló del carácter de la gente de La Aldea, que ha crecido como “un pueblo unido, trabajador, apasionado, alegre, hospitalario, singular, orgulloso de su identidad, tenaz hasta que consigue sus objetivos, ya sea el de la tierra, por la tuvimos que luchar durante un arduo y largo pleito, o esa carretera tan anhelada en la que hemos depositado la esperanza de que con ella acabe el histórico aislamiento al que hemos estado sometidos”.

En este punto destacó el importante papel de la mujer aldeana, afirmando que “no existe” en el Archipiélago un carácter más firme que el de ellas, esas mujeres fuertes, laboriosas, luchadoras, pioneras en el trabajo fuera de casa, atrevidas y adelantadas a su tiempo en la diversión.

La Fiesta, la limpieza del alma

 Cuando su discurso ya estaba encaminado y la pregonera se sentía totalmente cómoda encima del escenario, se centró en hablar de las fiestas de La Aldea, de su historia y significado. “La Fiesta es un final, el del descanso estival y del barbecho, y es también un inicio, el de la zafra y el del curso escolar”, señaló, añadiendo que, si bien cronológicamente el año comienza el uno de enero, los aldeanos sienten que el cambio se da con la catarsis que las fiestas provocan en ellos.

Para finalizar Encarna quiso enviar un mensaje a sus vecinos y vecinas y animarlos a que, por muchos cambios que existan, como la transformación digital derivada de la pandemia o el acercamiento al resto de la Isla con la nueva carretera, prevalezca el carácter singular de los aldeanos y, por consiguiente, de la Fiesta. “Estoy absolutamente segura de que sabremos integrar todo lo que venga sin perder nuestra identidad, sin que nuestro corazón incombustible se rompa, tal y como hemos hecho a lo largo de los siglos anteriores, conservando la esencia de la celebración, esa magia que está al alcance de todo el que quiera participar en ella, y a la que todos somos bienvenidos”.

Acompañada de todos los asistentes. entonó unos versos muy populares en las fiestas aldeanas.

“Garre, compa, esa botella,

Sáquele el corcho

Y écheme un pizco de ron.

Que son las fiestas del pueblo

Y usted bien sabe

Que eso alegra el corazón”

Tras acabar su discurso la pregonera firmó el libro de honor de los pregoneros, donde escribió “Emocionada y enormemente agradecida, alegre y orgullosa de ser de este maravilloso pueblo. He disfrutado mucho con el pregón, que, es además un gran honor. Abrazos a todos”. A continuación recibió la Insignia de Oro Municipal.

El alcalde cerró el acto destacando el papel de todas las personas y colectivos que se han esforzado y han contribuido para continuar adelante en esta situación de pandemia. “La vida sigue y tenemos que adaptarnos a las circunstancias”, señaló Pérez. Por ello, destacó la importancia de llevar a cabo el programa de las fiestas de La Aldea de San Nicolás 2021, “necesitamos divertirnos y lo haremos de manera segura, cumpliendo las normas y protocolos”.

Pérez acabó enviando a sus vecinos y vecinas un mensaje de esperanza, con el deseo de que el próximo año se puedan vivir las fiestas con normalidad, celebrando los actos más llamativos como La Rama, La Procesión, La Romería y El Charco.