Todos los comienzos de curso suponen para las comunidades educativas –alumnado, profesorado, familias- una nueva oportunidad para seguir avanzando y afianzando los pilares básicos de la formación integral y de calidad de los jóvenes de hoy, y hombres y mujeres del mañana. Un momento clave para seguir apostando por la mejora de la escuela pública y la igualdad de oportunidades.
En Canarias abren sus puertas las aulas de la Educación Secundaria a la implantación de la LOMCE, la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Educación, un nuevo desarrollo normativo que se aplicará en primero y tercero de la ESO, así como en primero de Bachillerato y el segundo curso de la Formación Profesional Básica.
En el caso de Canarias, indicadores internacionales como PISA señalan las debilidades de nuestro sistema, con resultados muy inferiores a la media en el Estado y en la OCDE en las tres áreas que evalúa el informe –matemáticas, lectura y ciencias- , pese al incremento del gasto educativo realizado en los últimos años. En lo que se refiere al abandono educativo temprano, la media de Canarias es del 23’5%, lejos aún del 10% que deberíamos alcanzar según la Estrategia Europa 2020. Estos datos son los que han permitido ver la necesidad de mejorar nuestro sistema educativo, mediante esta nueva Ley para disponer de un instrumento real de equidad e igualdad efectiva de oportunidades. Se trata de un sistema educativo de más calidad, con una estructura dinámica, adaptado al siglo XXI, con un sistema de evaluaciones que garantice que todo el alumnado adquiera las competencias adecuadas, que asegure la equidad y la igualdad de oportunidades; y que proporcione una oferta educativa mejor a los jóvenes que permita reducir el abandono educativo temprano.
El modelo que teníamos hasta ahora daba lugar a una tasa de abandono tan alta que no ponía medidas siendo una tremenda injusticia social porque es precisamente el alumnado de entornos socioeducativos más desfavorables el que abandona los estudios, y peor aún, es que el 70 por ciento de los que deciden dejar no continuar formándose no cuentan con título de ESO.
Para ello la LOMCE establece una serie de medidas que pretenden mejorar las condiciones para que todo el alumnado pueda adquirir y expresar sus talentos y alcanzar su pleno desarrollo personal y profesional, como soporte de la tan ansiada y demandada igualdad de oportunidades. No podemos perder la oportunidad que tenemos para aumentar la calidad de la enseñanza, frenar la tasa de abandono escolar y ayudar a la incorporación al mundo laboral de los jóvenes en igualdad de condiciones que los de nuestro entorno. De lo contrario, sería volver a las seis leyes educativas anteriores que lo único que han provocado es el mayor fracaso escolar, la mayor tasa de desempleo juvenil y los peores resultados en PISA. , con una de las mayores tasas de fracaso escolar de Europa. No podemos resignarnos a continuar con los resultados que nos mantienen a la cola de todo, debemos ilusionarnos, debemos dotar de oportunidades al enorme potencial humano que tenemos en nuestra tierra.
Lo único deseable para la Educación sería que se deje de convertir en un inútil campo de batalla en algo tan trascendental como la formación de nuestros jóvenes, algo que no sucede en otras materias como la Justicia, la Economía, o el Empleo, donde los consensos han ido de la mano para resolver situaciones que perjudican el normal desarrollo de un país. Es momento de ir todos a una, creo que no debemos desaprovechar el momento y trabajar desde todos los ámbitos para así evitar que se continúen ofreciendo parámetros de descompensación respecto a los países de nuestro entorno y que se recogen en distintos informes europeos e internacionales.
En definitiva, tenemos la mejor herramienta para combatir la desigualdad a través de una educación de calidad donde contamos todos, no sólo el profesorado, las familias y el alumnado, sino la sociedad en su conjunto; es tarea de todos el alcanzar el ideal de promoción social y la igualdad de oportunidades de origen.
Antonio Hernández Lobo, profesor de Enseñanza Secundaria