Alas de mariposa revolotean la mañana. Inquietas alas que recién estrenadas brillan al alba.
Atrás quedó, marchita, la crisálida que un día fue oruga y en ella nada late.
En el límpido cielo, incandescentes brillan las alas encendidas, atrayente luz con la que reflejar tu estela sobre ese pétreo mar anochecido que hoy encierra el lamento de tu ausencia.
Inma Flores © 06.01.2017 |