Poema de Navidad por Inma Flores

Desde  que el gallo canta

la abuela se va al mercado,

todo se le hace poco

para llevar a la cesta:

los más dulces frutos,

el pescado más blanco,

las carnes más jugosas,

y las sabrosas especias.

Cientos de horas anudadas,

con lazos de amor y paciencia

para unir en la misma mesa

a sus seres más  queridos:

hijos  y nietos; yernos, nueras,

amigos y compañeros,

todos a compartir andan prestos,

con sus voces y panderos

para esta Navidad

continuar por el sendero

de entrelazar los instantes,

los abrazos y sus sueños.

De Magia de Navidad

todos se van impregnando,

los olores, los sabores,

los recuerdos del pasado,

una historia que se cuenta

de quien habita otro cielo

y aunque su silla falte

siempre queda su recuerdo.

Entre entrantes y carnes,

mariscos y parabienes,

todos brindan por sus  sueños:

la salud es lo primero

y el volver a unirse  pronto

bien entrado el mes de enero.

Los lazos de amor que se forman

ya nada los desanuda

pues en esa Noche Mágica

la Bendición acompaña.

¡¡Ching, ching!! ¡Por este año

que ya muy pronto se acaba,

por tus sueños, por los míos,

por los del hermano que brinda,

por la vida, por la paz,

por la gratitud humana,

por los corazones fuertes

que ante nada se acongojan

y a pesar de vivir

situaciones de injusticia

a su alrededor intentan

que nadie sin amor quede,

sin sustento, ni sin techo,

sin sonrisas, sin abrazos,

sin sentirse bien repleto.

¡¡Ching, ching!!

Inma Flores – Navidad 2017

 

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