La soledad aprieta los sentidos
inunda los instantes de tristezas
sin encontrar en ello las bellezas
de recuerdos veloces ya vividos.
La soledad nos deja muy abatidos
a menos que elijamos sus lindezas
de forma ya consciente, gentilezas
donde pocos se ven reconocidos.
Esa cama vacía se hace un mundo
donde tú ya no quieres transitar,
ni parar un instante, ni un segundo
entre sábanas frías, ni recordar
que antaño fuiste amor, deseo rotundo
de en una misma barca navegar.
Inma Flores ©