Acelera su pulso, por instantes, desoyendo la paz de la montaña entre miedos y miedos va y se engaña huyendo de temores, ya gigantes. Va, sin mirar atrás, tiempos de infantes sepulta bajo escombros, y se ensaña en no dejar salir de la maraña viles recuerdos, ácidos, errantes… Ahora ya sin sus lastres, sin caída, ligera la mochila del ayer, avanza presto en busca de su paz. Como mejor se danza ante la vida es con los pies descalzos. Vuelve a ver cómo avanza la luz, signo veraz. Inma Flores ©2018 |