LOS EFECTOS DE LAS VACACIONES DE NAVIDAD EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

Una vez que ha pasado la navidad, la entrada del año nuevo y los reyes magos, todos nos incorporamos a nuestras rutinas del día a día. Algunos volvemos al trabajo, otros siguen en busca de ello y los más pequeños de la casa vuelven a sus escuelas, colegios e institutos.

Después de las fiestas nos cuesta un poco el volver a la rutina y comenzar de nuevo con todas las obligaciones que tenemos en nuestra vida, algunos más que a otros les afecta el volver como es el caso de los niños y niñas. Ellos durante las vacaciones de navidad rompen con sus rutinas del período escolar y van dejando atrás todo lo aprendido (algunos casos) para aprovechar al máximo sus vacaciones, disfrutándolas como mejor saben hacer, como niños y niñas que son.

El problema de esto erradica en que una vez que volvemos a la carga con nuestras rutinas como se suele decir, muchos de ellos (no todos) han perdido el hábito de madrugar, ir bien al cole, comportarse bien en sus centros, ya que parecen haberse olvidado de las reglas básicas para una buena convivencia o incluso acostarse temprano para el día siguiente amanecer descansado. No con esto generalizo que todos hacemos esto que he mencionado anteriormente, pero en más de la mitad de los casos si, y sin darnos cuenta perjudicamos sin querer a ellos, teniendo que volver a comenzar de cero, todo lo que se había logrado.

En la vida de los pequeños, las rutinas son muy importantes para ellos, porque les marcan unas pautas que les indican y enseñan que hacer en su momento. Para ellos las rutinas es como miden el tiempo, saben que cada acción que hacen tiene que ver con el momento del día en que se encuentran. Cierto que a veces por circunstancias no podemos mantener todas la rutinas porque nos surgen imprevistos, pero siempre dentro de lo posible deberíamos seguir con las más básicas.

Todo esto se ve reflejado en la vuelta al colegio, pasado los reyes todos se incorporan alegres contando como han sido sus vacaciones y los regalos que han recibido. Muchos de ellos llevan sus juguetes para enseñárselos a sus amigos y amigas, ya que están emocionados por sus presentes. Desde primera persona puedo decir con total seguridad que algunos regalos que reciben a pesar de ser lo que ellos piden no son adecuados para su edad o los propios juguetes o juegos suelen crear la violencia. Por eso en las vacaciones debemos tener cuidado en cuanto a los regalos que les hacemos y evitar romper sus rutinas lo más que podamos. A medida que van pasando los días en el centro se puede ver cómo han sido sus vacaciones por la actitud del menor y como se desenvuelve en el aula. Los primeros días suelen ser los más complicados pero como no, todo es ponerse y volver a retomar las cosas en donde se habían quedado.

Así que para concluir quiero expresar que en los niños y niñas debemos mirar que es lo mejor que le convienen para cada momento, que las rutinas deben formar parte de su vida como un juego más y no olvidemos que la educación nos forma como personas tanto para un día trabajar como para formar nuestra personalidad.