No, no es así, si tú piensas que hoy eres especial para mí. De sonrisas el mundo siembro con frecuencia, pues me gusta reír y reír, y si me ha de doler algo que sea de la risa ante un café con charla divertida.
No temas, ya mi paso es firme, mis propios pies sostienen mis sueños y me llevan hacia ellos sin la necesidad de asirme a otras crines.
Y no temo a la noche donde siempre nos brilla una luz, ni a la soledad elegida que me brinda el placer de soñar despierta.
Yo no te necesito, y si tienes un hueco en mi agenda es sólo porque caes bien a mi alma, de alma a alma, sin otra pretensión.
No te confundas, misma facilidad para entrar que la que tienes para salir, de ti depende.
La amistad es un dulce fruto que nace en empatía de dos almas, si no cuidas la planta la flor marchita y muere.
El mundo es un jardín repleto de colores donde cada uno encuentra su árbol, disfruta de su sombra y juega en los colores del arco iris sembrados por la senda de la vida sin tener que poseer ni ser poseído.
Irene Bulio © 2018 |