Apuntes sobre apellidos Terorenses por José Luis Yánez Rodríguez

CÁRDENES

Juan de Cárdenes, natural del barrio de Zamora en Valleseco, nació el 1 de marzo de 1816, hijo de Juan de Cárdenes Pérez y de Juana Suárez García. Casó en Teror el 25 de octubre de 1847 con María Bernarda Suárez Granado, natural y vecina de Los Cantos e hija de Francisco Bernardo Suárez Pérez y de Catalina Granado Sánchez. Sus hijos Anastasio, Dionisio y José ya implantaron el apellido con descendencia en el barrio. Don Dionisio fue concejal del Ayuntamiento durante la alcaldía de don Manuel Acosta.

La casa donde vivía Juan de Cárdenes (aportada al matrimonio por dote de su mujer doña Mª Bernarda Suárez) se dividió y amplió posteriormente por sus hijos y en ella vive en la actualidad, mi primo Fernando Suárez.

El interesante documento que se acompaña es la certificación del Ayuntamiento de Teror para poder permitir su viaje a la isla de Cuba en 1859. Aparece firmado por el alcalde de entonces, José de Montesdeoca y el secretario, Mateo Henríquez; pertenecientes a dos familias destacadas de la Villa de la ya iremos aportando más datos.

CASTELLANO

Castellano

PRIMERA RAMA: El matrimonio formado por Juan Castellano, hijo de Juan Castellano y María del Socorro Castellano, y Mariana Cabrera era natural de Moya y se asentaron en El Palmar hacia 1862 ya que los padres de ésta, Juan Cabrera y Josefa Gabriela Hernández, eran una de tantas familias terorenses arraigadas en Moya atraídas por la feracidad de las tierras roturadas en el llamado bosque de Doramas. Sus hijos Benito, María del Pino, Juan María, Salvador, Francisco y Amelia.

De sus hijos, dejaron descendencia en El Palmar en concreto: Juan Mª, Salvador y Mª del Pino.

  • Juan Castellano casó con Efigenia Suárez González y algunas de sus líneas mantienen el apellido en la actualidad.
  • Mª del Pino casó con Manuel Santana (o Rodríguez) Cabrera. Hijos: Alejandro, Manuel, Mariana, Juana, Juan, Salvador, Adela, José y Cecilia (esta última nacida en 1904)
  • Salvador casó con Maximina Sánchez Suárez. Hijos: Mª Dolores, Manuel, Mª del Pino y Salvador. Todos fallecieron solteros, excepto Mª Dolores.

SEGUNDA RAMA: Desciende del matrimonio de Facundo Macías Cárdenes con Domitila Castellano Santana, natural de Fontanales, en Moya. Hijos:

  • Mª del Carmen casó en 1926 con Zacarías Almeida, que nació el 12 de noviembre de 1905 en el Barranco del Pinar de Guía, hijo de Juan Almeida Ojeda y María de los Dolores Medina Santiago.
  • Luisa casó en 1935 con Cristóbal Almeida, que nació el 22 de diciembre de 1911 en Arucas, hijo de Manuel Almeida y María del Rosario Expósito de Santa Ana.
  • Conrado, casó con Consuelo Domínguez: Dos hijas: Noelia y Teresa.
  • Más hijos

QUINTANA

Los Quintana

Desde la época de la conquista y primer poblamiento de la isla de Gran Canaria, han sido muchos y de variada procedencia las familias y apellidos que han enraizado en Teror y sus barrios y son troncos de muchísimos de sus habitantes.

Sin menoscabo de continuar en próximas intervenciones con otros apellidos y linajes terorenses nos ocupamos hoy de dos que en concreto han dado múltiple y variopinta descendencia a sus raíces en la Villa: los Quintana y los Miranda.

La familia Quintana, afincada en los primeros años tras la conquista en la comarca de Gáldar, llegaron a Teror por el matrimonio de uno de sus miembros, el capitán Blas de Quintana con Isabel Pérez de Villanueva, descendiente de los que se consideran primeros pobladores o fundadores de la Villa Mariana y primeros patronos y camareras de la Virgen del Pino.

Los datos de esta primigenia familia de Quintanas terorenses son los siguientes:

El Capitán de Milicias del Regimiento de Guía, Regidor Perpetuo de la Gran Canaria y Alcaide del castillo principal de Nuestra Señora de la Luz, Blas de Quintana y Cabrera, casó en Teror, a fines del XVI, con doña Isabel Pérez de Villanueva Peñaranda y Campos, primera Camarera de Nuestra Señora del Pino, hija de Juan Pérez de Villanueva, Capitán de la gente de Teror, primer Patrono de Nª Sª del Pino que testó ante García de Ossorio en 22 de noviembre de 1551, y de doña María Sánchez de Ortega y Zambrana, perteneciente a una familia destacada del sur grancanario.

Dejaron los cinco hijos que siguen:

Salvador de Quintana, que nació en Teror, fue Capitán de Milicias del Regimiento de Guía, Sargento Mayor del mismo Cuerpo por Real Despacho de 24 de noviembre de 1614, Regidor Perpetuo de Gran Canaria, Patrono de la capilla del Pino en la parroquial de Teror, de la de San Miguel en la de Santiago de Gáldar, y Compatrono de la ermita de San Antonio Abad de la misma villa.

Casó en Teror con doña Juana de Rivera-Dávila, hija de Francisco Rivero, natural de Arifana de Santa María en Portugal, y de doña Margarita Alonso de Rivera-Dávila, hija ésta de Alonso Yánez de Rivera-Dávila y de doña Dominga Lorenzo, también de procedencia portuguesa.

Gaspar de Quintana y Villanueva, Capitán de Milicias de Teror y Compatrono de la ermita de San Antonio Abad en Gáldar, que casó en Teror, el 2 de diciembre de 1607,con doña Isabel Alonso de Rivera, hermana de su cuñada doña Juana de Rivera-Dávila.

Juan de Quintana y Pérez de Villanueva, Alcalde Real de Teror en el XVII, que no tuvo descendencia de sus dos matrimonios, con doña María Lorenzo Gesquier y con doña María Henríquez.

Melchora de Quintana y Pérez de Villanueva, casada con Antón Matías Rivero.

Catalina Cabrera, casada con Diego Hernández, con amplia descendencia que en su mayoría adoptó el apellido Quintana.

Por mandamiento del Licenciado Gómez de Palacios, Corregidor de la isla, los tres hermanos varones practicaron información de su noble ascendencia en 1591 ante el escribano Tomé de Solís, y el mismo año fueron amparados como caballeros nobles, hidalgos notorios de Casa y Solar, por el Capitán General.

A consecuencia de uno de los tantos enlaces que se dieron entre los conquistadores de las islas y miembros de la clase alta de los aborígenes, esta familia trajo hasta Teror las raíces que los unían con Teguise, hija de Luis de Guadarfía, último caudillo aborigen de la isla de Lanzarote, por lo que gran parte de la actual población terorense descienden gracias a ello de este último monarca de la isla conejera.

Fueron descendientes de la familia terorense de los Quintana:

  • El Bachiller Juan Rodríguez de Quintana, cura de la Iglesia de Teror en el momento de la caída del Pino de la Virgen (1683) y la persona que, hasta la llegada de don Antonio Socorro Lantigua, más tiempo había permanecido rigiendo la parroquia (43 años).
  • Francisco de Quintana y León, General de Infantería, Senador del Reino, Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria (1920-21), que ostentó el título nobiliario de Marqués de Acialcázar.
  • Miguel Rodríguez y Díaz de Quintana, genealogista, estudioso e investigador de distintos aspectos de la historia de Canarias, preferentemente de las raíces genealógicas de sus habitantes. Fue Premio González Díaz por su trabajo “Los repartimientos de tierras en Teror y otras noticias”.
  • Y la familia Quintana del barrio de Arbejales, a la que pertenecen, por ejemplo, Juan Quintana Quintana llamado “El Santo”, principal inspirador de la construcción del templo del Sagrado Corazón, y su bisnieto Juan de Dios Ramos Quintana, que fuera alcalde de la Villa.

JOSÉ LUIS YÁNEZ RODRÍGUEZ

CRONISTA OFICIAL DE TEROR

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