Contradicciones y falta de ética por Pedro Lorenzo Rodríguez Reyes

Estos días figura como plato estrella en el menú mediático y político del Cabildo de Gran Canaria,  la media verdad y la amenaza, que se está convirtiendo en un lugar común al que no se debería acostumbrar la ciudadanía, al tiempo que los Gran Canarios y Gran Canarias probablemente la mayoría, asistimos entre avergonzados, asustados y atónitos al lamentable espectáculo que se desarrolla ante nuestros propios ojos.
Sentimiento de asombro, de vergüenza ajena, de los autoproclamados defensores de los llamados pactos de progreso.
También en el ayuntamiento de la capital de Las Palmas de Gran Canaria, el pacto del tripartito de izquierdas, después de subirse los sueldos, ahora aumenta sus cargos de confianza llegando alcanzar el tope máximo.
Pues bien, esto es la falta generalizada de ética pública de nuestros gestores municipales, del despilfarro del gasto público en los Ayuntamientos, del favoritismo en la contratación de los cargos de confianza, de los frecuentes cambalaches en la composición de las mayorías de gobiernos.
Y ausencia de moral, o de dignidad en las contradicciones protagonizadas por uno de los socios de gobierno de este pacto, el de Unidas Podemos, un partido conformado por personas de las que a menudo poco se saben ni su ideología, pero sí se sabe que muchos de ellos han llegado a Podemos desembarcando en la gran oportunidad de sus vidas. Surgió a raíz del movimiento del 15M, un movimiento estudiantil en contra del gobierno del PP. Pablo Iglesias se puso al frente de este nuevo partido que se erigió como la voz del pueblo.
Pues las palabras y las acciones se oponen entre sí, el lider de Unidas Podemos decía que los políticos que viven en zonas ricas, no estaban al tanto de las necesidades del pueblo, una gran contradicción al comprarse un casoplón, lo que conocemos por un chalet. Se pocecionan velando por sus intereses propios, y si no para muestra un botón; Nos seguimos quedando en Gran Canaria,  en el municipio del Ingenio Azucarero, la villa de Ingenio. Allí la edil de esta formación rompió la disciplina de voto para respaldar el incremento salarial que se ha aplicado el equipo de gobierno solialista.
Un total desprecio por el interés general de la ciudadanía utilizando sus potestades en beneficio particular, propio, de sus allegados, o de su partido, orillando los principios constitucionales de eficacia, objetividad, independencia e igualdad, y demás preceptos legales y reglamentarios. Se corrompe, en definitiva.
Mientras tanto el monstruo de la intolerancia sigue avanzando y frente a él solo cabe la asertividad y la firmeza.