El alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, JpG-Nueva Canarias, expulsó en la mañana de hoy al concejal Alejandro Rivero, del PP, y de una forma un tanto ortodoxa.
El Alcalde justificó la expulsión, según expresa en un comunicado del propio ayuntamiento, «por su intolerable comportamiento ya que desde el inicio intentó de forma continuada boicotear el desarrollo normal de la sesión, utilizando cualquier punto del orden del día para interrumpir, llegando incluso a cuestionar la profesionalidad del Secretario del Ayuntamiento, a quien además se atrevió a acusar de estar al servicio del alcalde».
Por su parte, Alejandro Rivero asegura que «en ningún momento le he faltado al respeto a nadie, como se demuestran los videos. Lo único que le exijo es que responda a sus preguntas.
Y abunda en que el 13 de noviembre registra una pregunta, «que ha tenido tiempo para preparar, sobre la fecha de actualización del Plan de Emergencia y quién la redactó, y me contesta hablando sobre el incendio forestal. Pero cuando insisto en que informe sobre la fecha, me interpela que boicoteo el pleno».
En ese punto se produce un serie de palabras entre ambos, en el que el alcalde retira la palabra al concejal, que continúa hablando, hasta que ordena y de una forma un tanto extraña, como si de un delincuente se tratara, a un policía local a que lo expulse de la sala.
Acto seguido los cinco representantes de CC, con Fernando Bañolas al frente también se levantan, así como los dos del PSOE, dejando solo al grupo de Gobierno, que continuan como si nada pasara con el pleno.
Bañolas, que a su salida dirige unas palabras de reproche al Alcalde, es despedido por éste con un «hasta luego, Lucas«, desde luego falta de respeto a quien le dio el puesto de alcalde.
Mientras el PSOE se declara «abochornado por la deriva poco democrática que está tomando la política guiense», además de mostrar su solidaridad con el representante popular, Bañolas subraya que en su larga carrera política en Guía no recuerda un hecho similar.
Todo coinciden en el Alcalde «perdió los papeles, porque no hubo nada«, para asegurar que «tiene un grave problema para facilitar la información a la oposición, que da tarde o no da».Para Alejandro Rivero concejal del PP «es sintomático la hora que convoca los plenos, a las ocho de la mañana, porque no quiere público, no quiere discutir los temas y ni siquiera admite un segundo turno de palabra», esto en un Ayuntamiento que, según apostilla Rivero, «es el segundo de la isla más opaco en la Ley de Transparencia».
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