Con bastante frecuencia pasamos ante vestigios del pasado que, por desconocimiento propio, no valoramos como deberíamos, y es precisamente esa falta de conocimiento colectivo la causante de que tales testigos de otras épocas vayan desapareciendo. Esta reflexión vamos a aplicarla a un rincón situado en la zona baja del Conjunto Histórico de la Ciudad de Guía de Gran Canaria.
Pero antes de adentrarnos en dicho lugar es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones que pueden ayudar a comprender el porqué de esa realidad.
1º El entorno socio-cultural.
Cuando llegan a Canarias los nuevos colonos desde los ya remotos siglos XV y XVI, traen las ideas que había en sus lugares de origen; en el caso de la arquitectura, se aplica sobre todo condicionado por la poca tradición edificatoria que existía en las islas.
2º Procedencia de los nuevos habitantes.
En su mayoría eran de origen peninsular, así lo demuestra buena parte de los apellidos de quienes se asentaron, en este caso, en la zona noroccidental grancanaria: de Andalucía (Montemayor, García de Jaén, Vera, …), Extremadura (Badajoz, Mérida, …), Castilla (Zamorano o Zambrano, Soria, Alcalá, …), Levante (Orihuela, …), Vascongadas (Machín, Bilbao, Vizcaíno, …), Galicia (Ariñez, …), como también llegan otros desde Portugal (Gómez, Yánez, Barreto,, Sousa, Almeida, Afonso, …), de Francia (Bethencourt, …), Alemania (Alimán), Flandes (Artiles), además de la septentrional ciudad italiana de Génova (Riverol, Cerezo, Palomar, …)[1]. Estas gentes convivían con descendientes de canarios prehispánicos (Tegueste, Agáldar, Maninidra, Ventidagua, Tacoronte, …), y del consiguiente mestizaje iría formándose la Canarias Hispánica del Antiguo Régimen.
3º Tipología de la arquitectura.
Desde que empieza la colonización, y debido a los diferentes niveles socio-económicos de la población, pueden notarse dos claras tendencias:
- Arquitectura “de signo culto”: la destinada a ser residencia de las clases acomodadas (aristocracia y burguesía)
- Arquitectura popular: la no sometida a los vaivenes de las modas o de la ostentación de sus moradores. Este tipo presenta unas formas más funcionales.
Llegados a este punto, conviene comentar que el término “culto” tiene que ver con la apreciación del historiador italiano del siglo XX Bruno Zevi, quien afirmó: “una cabaña de madera es a la arquitectura lo que el grito de un niño a la música”. Según esta idea, solo merecerían ser tenidos en cuenta los inmuebles de las clases acomodadas, de ahí lo del término “arquitectura culta”, pero esta forma de pensar cada vez tiene más detractores, pues las viviendas de tipología popular también son reflejo del modo de edificar en su momento. [2]
4º Materiales constructivos de la casa tradicional canaria
Es abundante la madera, que se convierte en la gran protagonista de la arquitectura. La piedra se vincula más a una posición socio-económica alta (la mencionada como “culta”).
5º Autoría.
Hasta el siglo XVIII es notable la ausencia de arquitectos de renombre. Hasta entonces los autores son trabajadores artesanos anónimos que tienen una formación heredad de sus mayores. Suele haber colaboración entre quienes construyen y quienes van a habitar la casa; como todos conocen el modelo que deben seguir, no son necesarios los diseñadores.
En dicho siglo ya se ven arquitectos que siguen las modas del momento que, en el setecientos, son rigurosamente neoclásicos y, por lo tanto se someten al encorsetamiento que impone el academicismo. Eso sí: por la lejanía con la metrópoli y otros lugares de procedencia, las modas europeas afectan poco a Canarias y, cuando lo hacen, llegan tardíamente a las islas.
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ARQUITECTURA DOMÉSTICA EN LAS ISLAS
En Canarias, las viviendas son el resultado de un medio cultural concreto (el español) importado desde la Conquista (siglo XV). Toma diversos elementos de distintos lugares, pero con el paso del tiempo, y sobre todo del ya citado siglo XVIII, estos elementos pueden considerarse “característicos” al combinar tales influencias. Dicho así, no es propio hablar de “estilo canario” propiamente dicho, ni siquiera de “arquitectura colonial”. Más conveniente es hacer referencia al término ARQUITECTURA CANARIA PROPIA [3] para aquellas viviendas que tipifican un modo canario; este se muestra, especialmente, en elementos como el balcón (sea abierto o no), las ventanas, zaguanes y patios, las cubiertas en teja, las pilas de agua, el predominio de la mampostería, de influencia andaluza y en oposición a las paredes de piedra, más características del norte peninsular.
También contribuyen a configurar esta arquitectura canaria propia elementos como las canteras de Gran Canaria (que pueden proceder de Teror, Agaete, la bahía del Arrecife en la Capital, conocida más adelante, precisamente como Las Canteras y, especialmente, la de Arucas.) Otro material muy utilizado es la madera que se obtiene del pino canario. Como elementos más bien decorativos se encuentran el hierro y el bronce para puertas y ventanas, que en las islas son elaborados por herreros y cerrajeros. [4]
Después de exponer lo ya indicado, vamos a analizar los inmuebles desde el punto de vista vertical. En este sentido pueden observarse:
- Casas con cubierta plana en azotea, casi exclusivas de las islas orientales, por motivaciones de sobre todo climáticas (escasez de lluvias).
- Casas cubiertas de tejas a una o varias aguas. Abundan más en zonas lluviosas, como es el caso de las islas orientales, pero también en Gran Canaria.
Una última consideración a tener en cuenta son las CASAS DE DOS PLANTAS, llamadas también “altas” o sobradadas (término que procede de “sobrado” o piso que servía como desván o que era reservado para las habitaciones más íntimas). [5]
Generalmente las casas de dos plantas son cuadradas o rectangulares. Su distribución suele ser en torno a un patio central, rodeado de galerías de madera donde arranca la escalera que conduce al piso superior y, en su caso, a la azotea. Si el inmueble es espacioso, puede tener un traspatio o huerta.
Tras esta amplia exposición de las características de la ARQUITECTURA PROPIAMENTE CANARIA, estamos en condiciones de presentar el grupo de éstas que, en su conjunto, fueron conocidas como CASAS DE LOS SÁNCHEZ-OCHANDO en Guía de Gran Canaria.
Se trata de un grupo, del que ahora solamente se conservan dos, y ambas en lamentable estado de conservación, situadas entre la calle Cuartel (cambiada de nombre recientemente) y la calle de La Cruz, actualmente Marqués de Muni.
Someramente sus orígenes son así:
Hacia 1600 este terreno es propiedad de la acomodada familia Alonso Riverol, que dos siglos después habría pasado a la familia Sánchez-Ochando. [6]
A lo largo del tiempo, por herencias, irían pasando a distintas manos de la familia. Una parte de ellas pasa a ser propiedad de Juan del Castillo Westherling, hijo de quien era entonces Conde de la Vega Grande de Guadalupe. Por ello, el conjunto es conocido como CASA CONDAL.
Dada la proximidad de ambos inmuebles y que son bienes de una misma familia, así como que representan dos modelos de casas señoriales de distintos momentos, merecen al menos que sean conocidas y destacadas en el Conjunto Histórico de la Ciudad de Guía; a ello se uniría que fueron habitadas por descendientes de personas procedentes de distintos lugares; así lo demuestran los variados apellidos de sus antiguos moradores: Vetancourt, Riverol, Merino, Falcón, Aríñez, Bilbao,…
A día de hoy, de los vestigios que pueden observarse de ambos edificios puede decirse:
CASA QUE CIERRA EL CALLEJÓN DEL CUARTEL
Fue empezada construirse en el siglo XVII.
Su fachada presenta esa tipología característica de bastantes casas solariegas de Gran Canaria, en las que un marco de piedra une la puerta principal con una ventana situada sobre ésta, con alféizar y cornisa a modo de decoración. También cuenta con los típicos caños de desagüe (en este caso, cuatro).
La parte delantera de la casa está cubierta con un tejado a cuatro aguas, mientras que de la trasera aún es visible desde la moderna zona de Las Huertas una amplia galería abalaustrada que está sostenida por jabalcones, así como algún balcón trasero cubierto.
Este edificio posee un rico valor testimonial de un modo pretérito de construcción, pero apenas se aprecia dado su serio estado de abandono. Por si esto fuera poco, decir que el citado marco de cantería ha sido pintado del mismo color del paño de la fachada, hecho que le resta todavía más estética. Además, en este año 2019 se colocó delante una especie de banco de diseño moderno que, aún más, contribuye a quitarle encanto al lugar.
CASA DE LA CALLE MARQUÉS DEL MUNI (ANTIGUAMENTE DE LA CRUZ) Nº 5, ESQUINA CON CALLE CUARTEL
Es ésta la casa que le da el apodo de Casa Condal al conjunto. Al hacer esquina puede contemplarse perfectamente el contraste tipológico entre la fachada secundaria orientada al poniente (con una amplia pared sin apenas decoración, salvo dos hileras de ventanas) y el frontis que obedece al gusto neoclásico de los vanos perfectamente ordenados en su colocación, así como en los marcos de cantería que los rodean y la elegante cornisa que corona el edificio en su lado de la antaño calle de La Cruz.
Pero si su decoración tiene algún elemento destacado, es la llamativa herrería forjada, con decoración clásica vegetal y faunística que está situada en los antepechos de sus seis ventanas y en el balcón.Al igual que la vivienda anterior, es esta su estado de conservación es seriamente deplorable. Basta decir que la rejería del amplio balcón ha desaparecido en su totalidad.
Este artículo pretende contribuir a dar a conocer el interesante valor patrimonial del Conjunto Histórico de Guía de Gran Canaria, aunque, lamentablemente, y por razones éticas, también debe servir de denuncia y exponer la situación actual de éste, que en buena medida es consecuencia de los avatares socio-económicos de la población, pero también de la larga incuria causada por los organismos públicos que, por ley, deberían ocuparse de su conservación.
GLOSARIO DE TÉRMINOS ARQUITECTÓNICOS
- ALFÉIZAR.- Saliente o pequeño voladizo que tiene una pared coincidiendo con el límite inferior de una ventana.
- ANTEPECHO.- Baranda, travesaño o madera instaladas en espacios altos (especialmente en ventanas), para evitar caídas. Suele estar a tal altura que los codos se pueden apoyar en él.
- BALAUSTRE.- pequeño pilar que, generalmente, se une con otros bajo un pasamanos; en conjunto de varios de ellos forma una balaustrada.
- CORNISA.- Voladizo que remata un mueble, pedestal, puerta o ventana.
- CUBIERTA A VARIAS AGUAS.- Techumbre inclinada, por lo general con tejas, dividida en partes o vertientes, de tal modo que, al caer el agua de lluvia, corre en distintas direcciones. Según su orientación cardinal pueden ser de 2, 3 ó 4 aguas.
- JABALCÓN.- especie de columnilla que sostiene una galería o balcón, pero que no presenta una disposición vertical sino inclinada. Sus extremos van de la arista que lo sostiene hasta la pared en el que está ensamblado.
- MAMPOSTERÍA.- Obra de albañilería hecha con piedras sin labrar, unidas con argamasa o mortero.
- VANO.- Hueco de puerta o ventana; abertura en una pared.
FUENTES CONSULTADAS
- González- Sosa, Pedro: Guía de Gran Canaria: Historia del Ayto. y de los edificios que fueron sede institucional y de otras casas solariegas de ilustres apellidos establecidos allí. – Coedición Ayto. de Guía y Cabildo de Gran Canaria. 2001.
- Martín Rodríguez, Fernando Gabriel: Arquitectura doméstica Canaria. Aula de Cultura de Tenerife. 1978.
- Martín Ruíz, Juan Francisco: El noroeste de Gran Canaria. Un estudio de demografía Histórica (1485-1860). Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas. Plan Cultural. 1978.
- Varios Autores: Guía Turística del Patrimonio Natural y Cultural de Santa María de Guía de Gran Canaria. Ayto. de Sta. Mª de Guía. 2009.
[1] Martín Ruíz, pág. 30-33.
[2] Martín Rodríguez, pág. 37-38
[3] Martín Rodríguez, pág. 40
[4] Martín Rodríguez, pág. 75
[5] Martín Rodríguez, pág. 169
[6] González Sosa, pág. 326 y siguientes
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