Perdí el corazón… la vida. He perdido tanto en esta vida que cada vez que los recuerdos me visitan, me asalta la nostalgia de no volver a sentir tu corazón latir junto al mío.
Perdí mucho aquel día. Es que grito en silencio con mi alma herida, pero no entiendo del porque te perdí si era el tiempo de estar, simplemente he aceptado, que no es y nunca será.
Volveré a recorrer los caminos. Pasaré por las sendas que siguieron nuestros pasos en el ayer de ese tiempo pasado. Respiraré el aire más agrio y denso que el antiguo, pues no era la pureza de antaño lo que yo respiro ahora, pues se mezcla en mí, lo viejo y lo nuevo.
Soy el producto de lo que fui y no pudo ser, pero me he convertido en el “Yo” del ahora cuando llegué a comprender que soy una extraña mezcla de todo ello.
¡Soy un componente diferente! Algo difícil de entender pero muy comprensible. Soy el producto final que se ha formado para seguir caminando y caminando, por esta incierta, extraña y maravillosa vida.
Lou Arroyo@safe creative