El 17 de agosto de 1916, a las 9:57 de la mañana, nace en El Palmar de Teror una niña a la que llaman María del Pino Ojeda Quevedo.
Es hija de Rafael Ojeda Díaz, natural de Artenara, y María Jesús Quevedo Naranjo, nacida en El Palmar. Tuvo seis hermanos y una hermana, de los cuales fallecieron seis a temprana edad. Los que más influyeron en su vida fue su hermano mayor Rafael y su hermana Juanita, con la que compartió más instantes de juego y amistad.
En 1919 se traslada a Las Palmas de Gran Canaria, coincidiendo con el regreso de su padre de la Guerra de Cuba y es en 1930 cuando éste fallece y conoce a Domingo Doreste Morales, su futuro marido, con el que consuma enlace matrimonial en 1937, conviviendo con él hasta el año siguiente, 1938, cuando es llamado a filas para servir en el frente de batalla de Extremadura, donde fallece en 1939 en plena batalla. Ella se encuentra embarazada de su único hijo, Domingo Doreste Ojeda, y escribe el poema “In memoriam”, en el que recuerda los instantes vividos con su gran amor, Domingo Doreste, antes de la forzosa partida de éste a la guerra civil con la escopeta descargada porque no pensaba matar a nadie.
Años más tarde, en la calle Luis Morote, abre la librería «Flores y libros», y es con este negocio con el que comienza a superar la angustiosa situación económica en la que se vio inmersa, a la vez que indaga en la creación plástica, conociendo a grandes artistas de la época, ingresando en esta época en la Escuela Luján Pérez. Es en 1947 cuando publica su primer libro «Niebla de sueño», al que siguen otros como «Como el fruto en el árbol» y «La piedra sobre la colina».
En 1952 funda y dirige la revista «ALISIO. Hojas de Poesía» hasta el año 1955, en la que numerosos poetas de la época publican sus versos, entre ellos e Vicente Aleixandre, Juan Ramón Jiménez, Carmen Conde, Gerardo Diego, Gabriel Celaya, Pedro Salinas, etc. e incluso el poeta francés Louis Emié.
Esta escritora obtuvo el primer accésit del premio Adonais en 1953 con el poemario «Como el fruto en el árbol», en 1954 fue finalista del premio Nadal con su novela «Con el paraíso al fondo», en 1956 recibe el premio Tomás Morales por el poemario «La piedra sobre la colina». En 1987 aparece «El alba en la espalda», y es en 1993 cuando se publica «El salmo del rocío», libro de poemas que obtuvo el Primer Premio Mundial de Poesía Mística. Póstumamente se publica «Árbol del espacio», aunque aún queda cerca de una veintena de poemarios inéditos sin publicar, además de unas 14 obras de teatro (que nunca han sido publicadas) y 12 cuentos totalmente inéditos, como «La chimenea». Recientemente, su nieto Domingo ha encontrado tres novelas más, una de ellas desapercibida entre unas tapas de listín telefónico. Una de ellas fue titulada por su autora como «El verdadero amor de Sonia» pero posteriormente este nombre fue tachado por Pino Ojeda y la pasó llamar en su lugar
«Oblación».
Además de esta faceta literaria, Pino Ojeda, sobrevivió gracias a la plástica, logrando exponer su obra en países como Estados Unidos, Suiza, Suecia, Alemania, Italia, Francia, etc., tanto en exposiciones individuales como colectivas. Recibió premios como el del Certamen Nacional de Artes Plásticas. El Gobierno de Canarias, hace unos meses, ha publicado el volumen nº 59, de la magnífica colección Biblioteca de artistas canarios, la obra pictórica de Pino Ojeda, con textos de Ángeles Alemán, catedrática de la Universidad de Las Palmas., que ya se encuentra a la venta, pero que será presentado probablemente antes de final de año en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), culminando así uno de los grandes sueños de Pino Ojeda y de su hijo Domingo Doreste Ojeda, para que se publicase su recorrido pictórico. Pino vivía del arte gracias a la pintura, su obra pictórica supera con creces su obra literaria.
Nos encontramos ante una gran artista que cultivó la poesía, la narrativa, el teatro, la pintura, la escultura y hasta la música, una mujer que no volvió a casarse jamás pese a haber enviudado muy pronto porque, según sus palabras «marido, uno».
En este 103º aniversario de su nacimiento tenemos la grata noticia, facilitada por su nieto Domingo Doreste y como primicia, que se va a recuperar la revista ALISIO hojas de poesía en FORMATO DIGITAL y en papel para un limitado número de suscriptores, y será presentada a finales del presente año o comienzos de 2020 a la vez que la FUNDACIÓN CANARIA PINO OJEDA, cuya finalidad es sacar a la luz su obra inédita ya que sólo se ha publicado un 15 ó 20% de la misma.
Recientemente tuvimos el placer de entrevistar a su nieto desde Radio Gáldar, en el
programa «Onda Poética» y nos habló de esa maravillosa abuela que le preparaba los sándwiches de jamón y queso, en cuyos brazos se quedaba dormido escuchando poemas, y en cuya casa tuvo como si fuesen “sus tíos” a grandes poetas, escritores, pintores, con ese trato cariñoso y familiar, que doña Pino sabia dar. Su nieto Domingo recuerda en la entrevista que la esperaba por las noches y le decía; Abuela, tú me rascas los ñoñillos y yo a ti. La abuela le respondía; pero eso es fos, a lo que su nieto respondía: A mí me gusta tu fos…
Pijo Ojeda, en 1948, también hizo un programa de radio en Radio Las Palmas que se llamó «Un cuarto de hora artístico-literario» donde se leían noticias relacionadas con el mundo de la cultura, especialmente poesía y pintura, pero la gran sorpresa que me he llevado es que publicó durante varios meses de 1953 en el periódico Diario de Las Palmas, bajo el seudónimo de Profesor Sesylu, estudios grafológicos a lectores que lo solicitaban al periódico. Curiosamente en las cartas que se escribía con Gerardo Diego éste firmaba como Ulyses y ella como Sesylu (Ulyses escrito al revés) y con frecuencia utilizaba con un abecedario propio y secreto para escribir numerosas cartas.
Esta gran mujer, que tuvo un solo hijo: Domingo, y cuatro nietos: Domingo, Carlos, Luís y Pilar, era una gran soñadora que convertía esos sueños en metas, siendo luego parte de su realidad. Para ella no existía un «no» y ya a los 85 años pidió a su nieto Domingo que le comprase un libro anunciado en TV «Informática para torpes» y un ordenador, con el que hizo numerosos dibujos. Como ella con frecuencia decía: LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR, y así es…
Damos las gracias a su nieto Domingo Doreste por habernos «regalado» la posibilidad de publicar por primera vez el poema inédito «Quiero» y algunas de las numerosas fotos de su álbum familiar y personal.
QUIERO
Sentir bañada mi piel por cálido efluvio
y ser prisionera de ti, de tu mirar sereno,
apagar mi ansia entregando pleno
mi corazón, mi amor, mi vida entera.
Y en mullida alfombra de bucólico prado
de azahares mi frente ver coronada/
y mis labios abiertos en la noche alada
del azul de tus pupilas sentirlos besados.
Cálido beso que cubrirá mi desnudo
deseo eterno de ser vencida
por besos hirvientes que despierten mi vida.
Por besos castos que cubran rubores
y por besos eternos que olviden dolores
dibujando de estrellas mi noche insomne.
que despierten mi vida.
Les dejamos aquí el enlace de la entrevista de radio en la que estuvimos comentando, entre otras cosas, el sentir humano de esta gran mujer en el 103º aniversario de su nacimiento hoy 17 de agosto, cuando se cumplen 17 años de su muerte el próximo 27 de agosto, a los 86 años de edad.
Pedro Callicó e Inma Flores, de Onda Poética (Radio Gáldar)
Les dejamos el enlace de la entrevista a Domingo Doreste, nieto de Pino Ojeda, el pasado 19 de julio, que gustosamente nos ha facilitado varias fotos inéditas de su abuela, tanto una de ella con su único hijo sentado en sus faldas, como de su obra pictórica. Sólo hay dos que han sido publicadas anteriormente, una en la que aparece un mural en la pared y otra pintando en su estudio, del resto tienen hoy, en su 103º aniversario de su nacimiento, la exclusiva. ¿Y qué les parece la caricatura que le dedicó Néstor Dámaso del Pino?