A finales de este mes está prevista la finalización de las obras de mejora de la red de abasto de la zona de medianías a través de la sustitución de la red principal entre los núcleos de Montaña Alta y Bascamao, única fuente de suministro para una población de 2.600 habitantes aproximadamente. La partida destinada a este proyecto esta cercana a los 82.000 euros y se enmarca dentro de las actuaciones del Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía Sostenible referidas al uso eficiente y racional de los recursos hídricos y la solución a las pérdidas de agua en las redes.
Este proyecto, que se está ejecutando desde el pasado mes de febrero, permitirá sustituir la tubería actual, en su mayor parte de hierro galvanizado (de 4 pulgadas) por otra de PVC de 125 milímetros. El alcalde, Pedro Rodríguez, acompañado del concejal de Obras, Aniceto Aguiar, realizó hoy una visita a la obra para comprobar el estado de los trabajos, una actuación que, explicó “supondrá una mejora considerable en la calidad del agua que recibe una parte importante de la población de nuestro municipio, disminuyendo además de forma considerable las pérdidas que se producen en la red, lo que se traducirá en un importante ahorro tanto económico como energético”, subrayó.
A través de la tubería Bascamao-Montaña Alta se realiza el trasvase de agua desde el depósito de Bascamao hasta el de Montaña Alta y desde este, por gravedad, al resto de poblaciones que se encuentran por debajo de su cota como son los barrios y pagos de Santa Cristina, El Palmital, Desaguaderos, Bascamao, Alguacilejo, Verdejo, Lomo La Palma, Barranquillo Frío, Hoya del Pedregal, Cuesta del Hornillo y Lomo La Raya.
Con un trazado de unos 3.200 metros de longitud, el material de la tubería que se está sustituyendo era en su mayor parte de hierro galvanizado. Su antigüedad, en torno a 40 años, sumado a la corrosión externa -que sobre la tubería realizaba el propio terreno – y el deterioro interno generado por el efecto del agua no equilibrada químicamente que circulaba por esta red han provocado un deterioro considerable de esta infraestructura.
El mal estado de esta tubería ha generado la aparición de averías prácticamente a diario, afectando además a la calidad del agua que se vuelve a suministrar cada vez que se reponía el servicio debido a la turbidez que se producía por el arrastre de partículas de óxido procedente de la corrosión interna de la red.