Hoy escribo las líneas más difíciles para mi…tal vez algunos no lo vivan como yo y otros sí. Quiero ser transparente como el agua y decirles la verdad de lo que pienso de un tema que está en abandono total a nivel nacional y si me apuras, en todo el mundo. La INCLUSIÓN esta desterrada, maltratada y humillada. No es una simple palabra, porque la INCLUSIÓN, busca lograr que todos los individuos o grupos sociales, sobre todo aquellos que se encuentran en condiciones de segregación o marginación, puedan tener las mismas posibilidades y oportunidades para realizarse como individuos.
Puede parecer que estoy exagerando, pero seamos sinceros y analicemos las acciones reales que se emplean para lograr la INCLUSIÓN. Me sobran dedos de la manos para saber que pocas medidas, leyes, propuestas hay para velar por un derecho fundamental. Si soy realista algo ha mejorado en comparación a otras décadas, años. Pero pecamos en actos, ya que lamentablemente muchos desconocen lo que es, lo que significa y lo que se podría lograr con ella. No se trata de discapacidad, ni personas en situación de dependencia, tampoco enfermedades, ni de raza, sexo, religión, ni formas de pensar o vivir distintas… Se trata de que estamos pisoteando a las personas con sus derechos por no hacer políticas inclusivas más reales y justas, acciones desinteresadas por cada ciudadano para vivir en un mundo mejor, tratar de trabajar con mente abierta para llevar a cabo lo que se necesita para que la diversidad de las personas sea respetada, valorada y en igualdad de condiciones.
La pandemia ha arrasado con nuestra vida de antes, solo ha dejado algo que lleva mucho tiempo presente… En el confinamiento, estar en 4 paredes sin salir, sin ver el sol, sin poder realizar rutinas fue el despertar para la población que no valora la salud e independencia que tienen por sí mismos. Se percataron de que hay personas que por falta de ACCESIBILIDAD e INCLUSIÓN, tienen que hacer su vida desde su cama, su salón…. ¡Qué tragedia, que para poder ver lo que pasa delante de nosotros, tengamos que vivir en nuestra propia piel eso que no somos capaces de observar por nosotr @s mism @s!
Quién viva esta situación sabe cómo es realmente, la educación tiene pocos recursos para garantizar la INCLUSIÓN REAL Y EFECTIVA, el mundo laboral gran parte de los puestos con barreras arquitectónicas y prejuicios, donde no ven la capacidad de la persona, el ocio y vida social en manos de bares, tiendas, restaurantes, parques, teatros, cines con miles de obstáculos que te dicen por donde no irás porque… ¡Ups nos olvidamos, lo arreglaremos lo antes posible!
Esas frases que se repiten continuamente, sin cesar. Llenando de esperanzas a personas que esperan con anhelo poder salir un día sin tener que dar con barreras, personas que miran con lastima a lo diferente, aplausos de compasión por hacer lo mismo que otros pero claro como tú eres diferente…mereces otro reconocimiento que te exponga para ponerte la etiqueta social de la hipocresía.
Y así podía seguir, pero creo que queda claro mi opinión y la de muchas personas que luchan por una igualdad real. El mundo nos está mandando mensajes desde hace tiempo… no podemos cambiar el pasado pero si el presente. No soy la mujer maravilla, muchos me conocen en este aspectos por mis acciones y palabras. Pero si una persona que considera que la sociedad debe avanzar con las mismas condiciones, oportunidades e igualdad. Espero no haber ofendido a nadie porque al igual que hay personas que pasan hay otras muchas que no se rinden y demuestran que esto es un tema que nos afecta a tod @s. Quiero finalizar con una frase mía…
“Vivir sin etiquetas sociales y barreras arquitectónicas, es ver a una sociedad inclusiva avanzar en un mundo lleno de igualdad”
Margua