La federación ecologista canaria confirma su rechazo al proyecto Chira-Soria por considerarlo incompatible con la conservación de los valores ambientales, antidemocrático por la carencia de un verdadero debate participativo, y desarrollista al no contemplar otras alternativas progresivas basadas en el ahorro y la eficiencia energética.
Ben Magec quiere hacer público que las opiniones de personas que no forman parte de los colectivos y órganos de coordinación de esta organización, NO REPRESENTAN su voluntad y posicionamiento de rechazo al actual proyecto de Central de Bombeo Reverversible Chira-Soria, ya expresados públicamente.
Utilizar el pasado vínculo a esta organización como crédito para avalar la opinión particular, les parece una falta de respecto a la democracia interna y a la labor de las personas que de forma voluntaria trabajan actualmente en el movimiento ecologista canario.
Por tanto, expresan su rechazo al uso y manipulación del nombre de esta Federación por parte de personas o grupos de interés que no forman parte de la misma ni atienden a las posiciones colectivas que han venido defendiendo.
Los grupos de Gran Canaria que forman parte de la Federación Canaria Ben Magec- Ecologistas en Acción, confirman su rechazo actual a la versión Reformado II del proyecto de Central de Bombeo Reversible Chira Soria por considerarlo incompatible con los valores ambientales de un territorio insular muy sensible. Se trata de un proyecto estratégico que ha carecido de un verdadero debate democrático y participativo. Ademas no contempla otras alternativas menos impactantes con una implantación progresiva que se base en la redistribución, el ahorro y la eficiencia energética.
Dado el gran impacto medioambiental y que no está clara su verdadera necesidad de cara a la transición a un nuevo modelo energético, exigen que se aplique el principio constitucional de precaución en aras de un verdadero desarrollo sostenible. Consideran imprescindible configurar un modelo energético para la isla que NO esté concentrado en manos de empresas transnacionales que nada tienen que ver con la soberanía energética.
Es por ello que reclaman un debate público, participativo y sereno entre todos los agentes sociales de Gran Canaria sobre un futuro energético sostenible y distribuido que además socialice y no privatice los beneficios económicos de la transición hacia un nuevo modelo energético de mejora para nosotras y las próximas generaciones.