Consternación en Artenara por el fallecimiento de tres de sus vecinos en el accidente del pasado martes

La tragedia golpea a una familia muy conocida en la cumbre de Gran Canaria. El padre, asturiano de nacimiento, se casó con una vecina de Artenara, que también falleció hace unos años tras una larga enfermedad. En el accidente también perecieron dos de las hijas, a los extremos en la imagen junto a su padre, y el marido de una de ellas, según información obtenida del Canarias7.es 

Profundo dolor y tristeza en Artenara por el fallecimiento de tres de sus vecinos, un padre y sus dos hijas que, acompañados por el marido de una de ellas, se precipitaron por un barranco en el límite entre Gáldar y Artenara el pasado martes. Los servicios de emergencia se afanan por rescatar los cuerpos de los fallecidos este jueves tras los intentos sin éxito del miércoles por la tarde en los que las condiciones meteorológicas dificultaron el acceso al lugar donde se encuentra el vehículo, en el fondo del barranco.

«Este acciente ha golpeado con dureza al municipio de Artenara. Era una familia conocida que ya sufrió la pérdida de la madre y que ahora se ve golpeada con este trágico suceso. Una de las hijas incluso se presentó en las últimas elecciónes por Ciudadanos. Estamos todos muy afectados», aseveró el alcalde de Artenara, Jesús Díaz, en Cope, describiendo el lugar del accidente.

Lugar de difícil acceso y meteorología adversa

Según las primeras pesquisas de la Guardia Civil de Tráfico, todo hace indicar a que el siniestro se pudo producir sobre las 22.00 horas el pasado martes, momento en el que había mucha niebla y caía lluvia, lo que dificultaba la visibilidad en la zona del trágico accidente.

El padre, el mecánico asturiano José Iván García Buelna, sus dos hijas Marta y Rita García Bolaños, y el marido de esta última, el piloto de aviones británico de nombre Richard, salían de la casa familiar del pueblo cumbrero después de visitar a la abuela de ellas con dirección a la capital grancanaria, concretamente a La Isleta, donde vivían habitualmente.

«Alguien se percató que faltaban pilones de seguridad en la carretera, pero con la niebla y la lluvia de los últimos días no se veía el fondo del barranco. No es una zona peligrosa, se han registrado pocos accidentes, pero el tiempo estaba mal con niebla y el chipi chipi característico de la zona. Y aunque es un barranco de difícil acceso, antes los arbustos y la vegetación amortiguaban la caída. Ahora, con los incendios, toda esa vegetación ha desaparecido, por lo que el coche chocaría con piedras y tierra y el impacto sería más duro», aseveró el alcalde de Artenara.