Son días duros para todos, pero por iso non quero deixar de FELICITAR a todos e cada un dos meus paisanos galegos, que agora están loitando por tres inimigos «O lume, o COVID e a economía». Desde Canarias mándovos forza e esperanza, se que sodes fortes cónstame, e se que ides vencer a estes inimigos. Un abrazo paisanos.
Son días duros para todos, pero por ello no quiero dejar de FELICITAR a todos y cada uno de mis paisanos gallegos, que ahora están luchando por tres enemigos «El fuego, el COVID y la economía». Desde Canarias os mando fuerza y esperanza, se que sois fuertes me consta, y se que vais a vencer a estos enemigos. Un abrazo paisanos.
O Día de Galicia é o día dos galegos e das galegas. É a festa dese pobo que sente e interpreta a vida a través das cores dos seus montes, do cheiro a salitre do seu mar do murmurio dos seus ríos. Desa xente que non se cansa da troula, que baila ao ritmo da súa música e que saborea os seus viños mentres comparte mesa durante horas. É o día dos que precisan da ‘morriña’, do ‘enxebre’ e do ‘malo será’ para explicar o seu xeito de afrontar o mundo.
Pero tamén é a celebración dos que viven no rural e traballan arreo no campo, os que saen ao mar e os que dende as cidades alimentan o tecido industrial. Dos que emprenden, dos que arriscan e dos que cada mañá levantan a persiana dos seus negocios. Dos que abren unha fiestra a esta terra a través dos seus libros, series, películas, debuxos ou éxitos deportivos.
E, como non, é a xornada daqueles que naceron en Galicia e tiveron que emigrar, dos que retornaron e dos que agora marchan na procura de oportunidades. Dos que recuperaron as súas raíces e deses novos galegos que fixeron deste lugar o seu fogar.
Mozos e maiores, recordos, desexos, aspiracións e frustracións. Galicia e os galegos. Todos diferentes pero cun nexo común inquebrantable: o amor pola terra. Por iso este 25 de xullo son eles, alomenos unha representación, os que comparten o seu sentir por Galicia. E para ti, que simboliza?
El Día de Galicia es el día de los gallegos y de las gallegas. Es la fiesta del pueblo que siente e interpreta la vida a través de los colores de sus montes, del olor a salitre de su mar del murmullo de sus ríos. De esa gente que no se cansa de la fiesta, que baila al ritmo de su música y que saborea sus vinos mientras comparte mesa durante horas. Es el día de los que precisan de la ‘morriña’, del ‘castizo’ y del ‘malo será’ para explicar su manera de afrontar el mundo.
Pero también es la celebración de los que viven en el mundo rural y trabajan a destajo en el campo, los que salen al mar y los que desde las ciudades alimentan el tejido industrial. De los que emprenden, de los que arriesgan y de los que cada mañana levantan la persiana de sus negocios. De los que abren una ventana de esta tierra a través de sus libros, series, películas, dibujos o éxitos deportivos.
Y, como no, es la jornada de aquellos que nacieron en Galicia y tuvieron que emigrar, de los que retornaron y de los que ahora marchan en la búsqueda de oportunidades. De los que recuperaron sus raíces y de esos nuevos gallegos que hicieron de este lugar su hogar.
Chicos y mayores, recuerdos, deseos, aspiraciones y frustraciones. Galicia y los gallegos. Todos diferentes pero con un nexo común inquebrantable: el amor por la tierra. Por eso este 25 de julio son ellos, al menos una representación, los que comparten su sentir por Galicia. Y para ti, que simboliza?
HISTORIA del Día de Galicia
Los orígenes de esta celebración se remontan a 1919, año en que se juntan en Santiago de Compostela la Asemblea de las Irmandades da Fala, que acuerdan celebrar el Día Nacional de Galicia el 25 de julio del año siguiente.
Intelectuales como los hermanos Vilar Ponte, Losada Diéguez, Risco o Cabanillas, acordaron celebrar, el 25 de julio del año siguiente, el Día de Galicia.En 1919, cuando A Coruña era todavía capital de Galicia, se reúne en Santiago de Compostela la “Asambreia” de , festejaba desde sus páginas el 25 de julio de 1920 el primer Día de Galicia, al que se refiere como una fecha “de lembranza da Patria natural que dende antigo, como agora e sempre, ha ser a única patria verdadeira do home”., como órgano de expresión de La revista , “xa foi con mais solemnidade e en cuase todol-os pobos da patria”.La celebración del Día de Galicia de 1920 fue conmemorada solamente en algunos pueblos, pero al año siguiente, según destacaba alentaba desde sus páginas la celebración del 25 de julio y la utilización de la lengua gallega. El significado que en ese momento se le dio al Día de Galicia era el de un día de recogimiento, comunión, alegría… para todos los gallegos, “un acto externo para que moitos dos nosos compatriotas se dean conta do que son, da terra nai, á que teñen que volver si queren ser algo. Desta maneira despertarán do seu sono e traballarán n-un futuro glorioso”. Era también un día de fe en el porvenir, en la fortaleza de la raza y en todos los gallegos.Los años iniciales tuvieron lugar celebraciones muy festivas en toda Galicia e incluso fuera, con música y panfletos que difundían la ideología galleguista.
Pero el estilo de las proclamas de A Nosa Terra cambia radicalmente de un año para otro. La Dictadura de Primo de Rivera, además de una férrea censura, impedía la celebración en público del Día de Galicia, lo que se trasladó a las páginas del semanario en forma de desánimo y de exhortación hacia la celebración interior. Una celebración íntima porque “é no íntimo, entre nós e dentro de nós, onde temos de festexar o día noso”. A pesar de la censura, la revista de As Irmandades da Fala se reafirmaba en sus convicciones y su deseo de lograr para Galicia la libertad y el desarrollo “progresivo da nosa cultura e vigorización do sentimento galeguista”.
Puesta su esperanza, y así lo reflejó A Nosa Terra: “Fumos nós quenes creamos o ambente galeguista que hoxe respírase en Galicia. Nós fumos quenes maxinamos e estructuramos unha Galicia nova e libre. Por eso agora que a nosa ideia patriótica pode acadar posibilidades de feito o noso corazón brinca mais emocionado que nunca e temos ante os ollos, con toda a súa crudeza, a responsabilidade da labor realizada e da nosa autuación futura”. y el 25 de julio se puede celebrar públicamente. Al año siguiente los galleguistas festejaban su día coincidiendo con las Cortes Constituyentes que habrían de aprobar la próxima Constitución Republicana Española
Las celebraciones del “25 do Santiago”, como se decía antiguamente, volvieron a retomar el carácter festivo que las caracterizó en un principio, sobre todo tras el referéndum popular, el 28 de junio de 1936, del primer Estatuto de Autonomía de Galicia. Más de un millón de gallegos participaron en la votación.
Parecía que por fin los galleguistas verían alcanzado parte de su sueño, pero la Guerra Civil dejó inconcluso el proceso autonómico del 36. Así lo hizo una de las personalidades más destacadas de la historia de Galicia y mayor ideólogo del nacionalismo gallego: Alfonso D. Rodríguez Castelao. Lo hizo en el Centro Gallego de Buenos Aires el Día de Galicia de 1948, no sólo en el que fue su último discurso en público, sino también su última creación intelectual. A Galicia, pues, la dedicó. Se titulaba Alba de Groria, un discurso en el que expresaba la “saudade” de los emigrados y daba forma a una imaginaria Santa Compaña formada por todos los personajes de la historia de Galicia, gallegos inmortales que Castelao inmortalizó en este discurso que constituye un espléndido repaso a nuestra historia.
Durante la década de los setenta, los actos terminaban con fuertes enfrentamientos con la policía franquista, y con entrada en la democracia se siguieron prohibiendo las manifestaciones de la AN-PG (Asemblea Nacional-Popular Galega) y BN-PG, gérmenes del actual Bloque Nacionalista Galego. Hasta mediados de los años ochenta no se permitió la manifestación del «Dia da Patria» con normalidad democrática, siendo hoy el acto más multitudinario de todas las celebraciones que tienen lugar el 25 de julio en la capital gallega. Actualmente los diferentes partidos nacionalistas de Galicia continúan convocando manifestaciones para ese día, bajo la denominación de «Dia da Patria», en que realizan reflexiones sobre la situación política gallega.
Desde entonces, y hasta hoy, ha transcurrido el tiempo necesario para conseguir, como avanzaron los primeros nacionalistas, que “o 25 de xullo non haxa fogar galego, aldeán ou vilego, que deixe desteriorizar o seu patriotismo no DÍA DE GALICIA”.
Fuente: http://www.galiciadigital.com