¡En la Blanca Bungavilla!

En la blanca buganvilla,
en la buganvilla blanca,
urde la niña morena
trenzas en luna de plata.
 
Una a una van las flores
pasando del verde al alba.
 
Ve la niña en el espejo
primavera de alboradas.
 
Baila, niña, en alborozo,
una alegre y sutil danza.
 
Son los pétalos, cayendo,
mármol de luz veteada.
 
Duerme, mi niña, serena,
que despeja madrugada
en la blanca buganvilla,
en la buganvilla blanca.