Una persona es estafada en la isla de Lanzarote por delincuentes informáticos, utilizando la técnica de supuestas donaciones de personajes adinerados donde captan a personas con problemas económicos para ofrecerles cierta cantidad de dinero (donación), en la que a través de técnicas de ingeniería social, envían correos electrónicos fraudulentos o SPAM con el pretexto de que la víctima comparta información personal y, de ese modo, manipularla con sus circunstancias psicosociales que vive la persona en esos momentos , haciéndola caer en el engaño. En resumen, el atacante se gana la confianza de la víctima para extraerle información y, por medio de artimañas, le va sacando pequeñas cantidades de dinero a la víctima para que ésta no se percate que está siendo estafada.
Recientemente el observatorio de delitos informáticos de Canarias, en su lucha contra el cibercrimen recibía varias notificaciones sobre esta metodología criminal. El caso denunciado se trata de una persona que trabaja como artista callejero y sus ingresos apenas le dan para subsistir y, a la cual, han diagnosticado una enfermedad grave “Cáncer” y desea comenzar el tratamiento cuanto antes, debido a que, esta persona no cree que en la Sanidad Pública lo atenderán lo antes posible corriendo riesgo su vida de empeorar y morir. Ante tal tesitura por la gravedad de su enfermedad y para que no siguiese empeorando, decidió realizar una campaña para la recogida de fondos y, de ese modo, obtener el suficiente dinero para ser atendido en un centro sanitario privado a la mayor celeridad.
Como es evidente, dicha campaña atrajo la afluencia de público que quería ayudar al artista callejero para que pudiese mejorar gracias al tratamiento en una clínica privada. En una de estas, el artista callejero recibe un correo electrónico de una persona desconocida, este supuesto donante se llamaba Roger Belly Dominique, la cual siente interés por «ayudar» a esta persona por su situación económica y de salud.
Tras las primeras tomas de contacto, el artista callejero siente la necesidad de aceptar dicha ayuda económica, supuestamente, la ayuda económica rondaría los 1530€ que le serviría para pagar los costosos tratamientos médicos de su enfermedad. Ahora bien, la donación económica que recibirá el artista callejero tienen que quedar fijadas contractualmente, según el mismo, los firmantes del contrato (el artista callejero y el supuesto donador de esa ayuda económica) se beneficiarían de la exención de derechos de aduanas especificado en el artículo 790G del Código Tributario francés. Para ello, el artista callejero debe costear unas series de trámites legales especificado en el contrato (unos 600€ de gastos de transferencia de la donación). Dado la urgencia de disponer dicha donación para comenzar cuanto antes el tratamiento de su grave enfermedad, en primera instancia y de buena fe, el artista callejero envía la primera remesa de dinero, alrededor de unos 100€, a través de Western Union cuyo beneficiario sería una tercera persona cuyo nombre completo sería, Tchemagnihode Albert Boton, el cual sospechamos que es el verdadero nombre del cibercriminal.
Finalmente, el artista callejero se dio cuenta del engaño, debido a que, con el paso del tiempo no le habían ingresado ningún dinero referente a la supuesta donación prometida. Ante este panorama de haber sido estafado, se puso en contacto con el observatorio de delitos informáticos de canarias para asesorarse de cómo debería proceder a denunciar los hechos, con las pertinentes pruebas obtenidas del delito, ante las autoridades policiales competentes.