Hasta la fecha, mi hijo lee lo que escribo, me lo comenta, lo critica, lo celebra o lo comparte pero, el pasado 23 de noviembre, me propuso un reto:
– Jefe (así es como me llama desde hace algunos años) hoy es día internacional de la palabra, por qué no escribes algo sobre ello.
Durante la semana he ido anotando expresiones y situaciones donde está presente la palabra.
La palabra genera pensamiento y el pensamiento lo expresamos con palabras. Las palabras primero se escuchan, hay quienes afirman que desde el vientre materno, luego pasamos a comprenderlas, las primeras palabras suelen ser mamá y papá, cuando brotan es un gran acontecimiento.
Las palabras de la madre susurradas al oído, en la cadencia de una canción o en el relato de un cuento.
Pronto, esas palabras, adquieren forma, y se visualizan en las primeras letras escritas. El maestro o la maestra nos regalan dos herramientas potentes: la lectura y la escritura.
En determinados momentos la palabra adquiere rasgos de solemnidad y adquiere valor supremo:
Te doy mi palabra.
Te retiro la palabra.
Faltó a su palabra.
Palabra de honor.
Palabras secretas.
Palabra de Dios.
En el otro extremo las palabrotas, el taco o el insulto. Palabras que ofenden.
Y la palabra se hizo titular, poesía, canción, se escuchan en la radio, en la televisión, en el cine, titilan en las redes sociales,
Palabras que acercan o palabras que alejan, que nos alegran o nos entristecen, mientras buscamos la palabra adecuada porque no hay palabra mal dicha sino mal comprendida.
Palabras que acurrucan, palabras que nos alegran o nos entristecen. Palabras de despedidas o de reencuentros.
Palabras de gratitud o de perdón. Palabras que nos hacen llorar, preguntar o exclamar. Palabras que nos hacen la vida agradable. Palabras que nos amargan la vida
Palabras que nos alegran.
Palabras que consuelan las despedidas y el adiós.
Palabras en el testamento y nuestra última palabra.
Seguro, que las mejores palabras, cual canción de Serrat, Paraules d’amor…, sencillas y bellas.
Por último, soy yo el que te reto a buscar cada una de esas palabras, a utilizarlas o evitarlas, a sabiendas del poder de la palabra.