En la costa verde
de mi tierra madre,
en su playas blancas
de amplia extensión,
en sus frías aguas
y en llantos de nubes,
con notas de gaita,
así crecí yo.
Mis primeros pasos,
mis primeros bailes,
mis primeros versos,
mi primer amor.
Allí fue mi infancia
y mi adolescencia,
y a mi bella tierra
le rindo hoy loor.
Con muy pocos años
llegué yo a esta isla,
con muy pocos años
y cruzando el mar,
a este archipiélago
y a esta isla santa,
mi sensible alma
se vino a posar.
Y con mucho miedo
comencé a escucharla,
y con reticencia
me la recorrí,
y me fue abrazando
con cálidas olas,
con brisas suaves
y con su sentir.
Con su dulce acento,
con térmicas aguas,
con su sol eterno
mi frío quitó,
con bellos paisajes,
con gentes amables
un nuevo folclore
y hasta un nuevo amor.
Hoy le digo a ella,
a mi Gran Canaria,
que mucha poesía
me inspiró a escribir:
Hoy madre adoptiva
yo tanto te amo
que por ti mecida
me quiero morir.
Marotsy©. J.Margarita Otero Solloso
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