Difîcil se avecina la mañana.
Sembrados ya los temores; futuros
inciertos que laten entre las sombras
buscando una nueva víctima azul
y alegre, como si de un claro cielo
se tratase. Es preñarlo de nubes
su destino, nuevos miedos que anidan
anudando la alegrìa a su dolor:
«Miedos, dudas. Dudas, miedos. Quedaron
atrás los mejores tiempos. Los tiempos
fáciles, tiempos desnudos. Son tiempos
de añoranzas que infértiles quedaron.»