En el día de hoy un grupo de Aruquenses, después del confinamiento deciden dar un paseo por su ciudad, Arucas, y entre una de la visita era ir a su iglesia de San Juan Bautista.
Ellos asombrados se encontraron, según clasifican ellos, con un atentado al patrimonio cultural de nuestra isla. Y a la cultura religiosa de Arucas.
Concretamente se refieren a la obra escultórica de la Dolorosa de Arucas de Silvestre Bello de 1852.
Parece ser que la restauración (según imágenes adjuntas) no corresponden para nada con la original.
Desde luego desde este periódico, no sabemos quién a aprobado dicha restauración, ni quien la ha pedido. Ni por supuesto como era la imagen original.
NOSOTROS solo somos meros conductores de una denuncia que nos hacen unos vecinos Arunqueses, muy cabreados por este atentado.
Y ya parece ser que en las redes sociales ya están haciéndose eco de esta noticia incluso semejándolo al Ecce Homo