Ya hay olor a Pascua, a esperanza y vida nueva.
Todo es posible. Nada está perdido.
Dios está comprometido con nuestra causa.
Algo nuevo siempre está haciendo aunque todavía no lo percibamos.
La oscuridad nos visita y la falta de luz nos desconcierta, pero él va delante de nosotros, con nosotros y en nosotros.
Él hoy va volver a encender en ti su luz gloriosa.