«El pasado 24 fue tu día…»

Este texto es parte del informe inicial que realicé allá por el año 2011 en unión a dos restauradores de arte, con motivo de la petición de documentación hecha por el servicio de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria para cumplimentar el expediente de incoación de BIC para este espacio.

El estado actual de ruina y abandono de la ermita es triste y desolador.

Esperó de corazón que logremos que su Barrio, su Pueblo y su Isla recuperen este lugar entrañable, este lugar histórico, este monumento que está declarado Bien de Interés Cultural.

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La ermita que le da nombre a esta zona del municipio de Guía, antes no hay datos de dicho topónimo, fue mandada erigir en la Montañeta por el Regidor perpetuo de la isla don Juan de Vitoria y Vélez de Guevara en unión de su esposa doña María del Pino Acosta Luján.

Los protocolos notariales, nos hablan que la obra fue dotada hacia 1687, tardando tres años en terminarse. Para su mantenimiento se crea una Capellanía y Patronato al que se agrega la Finca de los Llanos y agua del Heredamiento del Palmital.

A través de los siglos ha pasado por distintas vicisitudes estando prácticamente en ruina en la primera mitad del siglo XIX como se observa de las visitas de los delegados episcopales que instan a los propietarios del momento a que se destine dinero a su arreglo. No va a ser hasta principios del siglo XX cuando la propiedad llegue hasta la señora María Antonia Aríñez Padrón y a su marido Luís Molina Rodríguez, cuando se acometa una restauración total de la ermita y sus bienes muebles dando lugar a la actual ermita de San Juan.

Otras noticias históricas de este inmueble, aparte de que fue propiedad de las familias más importantes de la comarca, de los Quesada, Jáquez y Merino, es el hecho de que durante la epidemia de Fiebre Amarilla de 1810 que sacudió la isla fue usada como Parroquia unos meses en lo que se intentaba sanear la iglesia matriz de Nuestra Señora de Guía.

Este hecho justificaría la información que nos ha llegado a través de personas ya fallecidas que nos hablaban de que en los momentos en que María Antonia Aríñez acometió la Restauración del Inmueble en el primer cuarto del siglo XX, aparecieron restos humanos observándose, siempre según la información oral, restos de personas de corta edad además de otros de adultas.

Esta información no contrastada arqueológicamente nos habla de un enclave importante para la historia de este municipio y de la comarca. Asimismo no podemos desechar, por el lugar tan destacado en la geografía de la comarca, que pudiera tratarse de algún enclave prehispánico toda vez que sin una excavación no podemos adscribir los restos humanos de los que hemos hablado.

Por otro lado, estructuras relacionadas con el enclave nos permiten pensar que los habitantes prehispánicos de nuestra isla le dieron uso a este espacio de manera continuada.

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“Ficha de la imagen del Patrón”

•San Juan:

Imagen de bulto redondo

Época: Siglo XVIII o anterior

Material: Cabeza y Manos Madera, resto telas encoladas. (El niño de madera)

Dimensiones: Altura: 65 cm. sin Peana y 80 cm. con peana

Policromía: Repintada

Estado: Bueno en apariencia aunque resulta evidente que ha sido sometido a todo tipo de reparaciones artesanas. De ellas la más destacada es la colocación de su brazo derecho que se observa totalmente desplazado de su posición original.

Observaciones: Los ojos son pintados, no de cristal. El cordero que tiene a sus pies tiene 15 cm de largo.

La memoria popular nos aporta que la imagen fue traída desde Artenara a principios del Siglo XX por Doña María Antonia Aríñez, toda vez que en aquella parroquia se había conseguido una nueva imagen.

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