Una tarde cualquiera de esta Semana Santa están Cristina y Elvira aburridas, no saben qué hacer.
Su madre, Claudia, las invita a preparar unas ricas torrijas;
- Chicas, venga, que vamos a preparar unas torrijas
- ¿Qué es eso mami? — preguntó Elvira, la hermana mayor
- Es un postre típico de Semana Santa, que está buenísimo.
- ¿Y cómo se hace?— preguntó Cristina
- Es muy fácil, y los ingredientes los tenemos en casa:
- Una barra de pan (también se puede usar pan de molde)
- 1 y ½ vaso de leche
- Un limón (del que se toma la piel, una vez esté bien lavadito
- Canela en rama
- un poco de harina
- 3 huevos
- Aceite
- Miel o azúcar
— ¡¡Vale mami!! Vamos a hacerlas — contestaron, entusiasmadas, las dos niñas a la vez.
- Pues venga, ustedes vayan cortando la barra de pan con una anchura de 1 dedito. También podemos usar pan de molde, o panecillos pequeños a los que quitamos las puntas.
- Estupendo, mami. Nos encargamos de eso. Y tú mientras ¿qué haces?
- Yo iré lavando y pelando un limón. Pongo la corteza y un buen trozo de canela en rama en un calentador, con un vaso y medio de leche y una pizca de azúcar. Cuando la leche adquiera el sabor de la canela y el limón lo dejamos enfriar un poco.
- Estupendo mami, ya tenemos cortado el pan, y ahora ¿qué hacemos?—¿ preguntó Elvira.
- Ahora vayan colocando el pan en una bandejita, y ahora cuando esté la leche un poco menos caliente, lo empaparé con la leche bien colada.
- Estupendo, mamá. ¿En qué te vamos ayudando?— le dijo Cristina
- Pues ve batiendo los tres huevos en una taza. Pasaremos el pan, empapadito por harina y por el huevo batido para luego freírlo en el en aceite bien caliente.
- Vale mami, voy preparando una fuente con servilletas de papel debajo para que empape el aceite ¿te parece?
- Estupendo cariño. Cuando estén un poco frías y ya con el aceite escurrido le pondremos algo de miel por encima. También se puede prepara un poco de agua y azúcar glass para rociarla, incluso con un poco de cáscara de limón hervido esa agua.
- ¡¡Bien!! Ya casi la tenemos acabada, mami.
- Sí, ya… doraditas y dulces. Si alguien tiene azúcar mejor tomarla sin la miel o el almíbar, como por ejemplo para la abuela, que es diabética.
- Estupendo mamá, dijo Elvira, dejaré dos rebanaditas para la abuela, sin azúcar— dijo Elvira.
- Mami —dijo Cristina—, la mamá de Oscar la hace sin calentar la leche, pone la canela y la cáscara del limón en la misma bandeja en la que pone el pan y añade la leche, la deja un ratito y luego la fríe, sin pasar por huevo…
- Claro que también quedará sabrosa, Cristina. En cada casa hay una costumbre, ambas quedan riquísimas, con la leche natura o caliente. Podemos probar otro día a hacerlo de la otra forma, ¿te parece? — Contestó la madre.
- ¡¡Estupendo!! Qué rico mami… está buenísimo.
En ese instante entra el padre, Julio en la cocina, y ambas niñas le dicen:
- ¡¡Sorpresa, papi!!
Inma Flores ©