Se corre tanto peligro en cualquiera de los actos referidos y «suspendidos» como en un paseo cualquier día por la Playa de Las Canteras. Y a las pruebas me remito.
Como digo, esta decisión merece acatamiento (no queda otra) pero mucho análisis de razones y motivos.
Sin ir por ahora más lejos, un acto tan sencillo pero a la vez emotivo, conmovedor y fervoroso como es el de la Bajada se puede hacer perfectamente.
Bajar a la imagen a puerta cerrada, con el coro entonando los Himnos que han llenado el alma de los hombres y mujeres de la isla durante décadas, retransmitida por las televisiones con todos los medios y el honor que la Santísima Virgen del Pino merece; y que los que vengan a Teror en las semanas siguientes la puedan ver con las mismas medidas de protección y seguridad con que la están viendo ahora pero mucho más cercana, más visible, más inmediata al cariño es algo que se puede hacer perfectamente y no supone ningún peligro añadido.
El no hacerlo es faltarle al respeto al pueblo de Canarias que ha buscado y ha encontrado en la Santísima Virgen del Pino siempre y mucho más durante estos últimos meses, consuelo, alivio y esperanza y que cuando la ve más cercana hace su sentimiento mucho más veraz y profundo.
No estoy de acuerdo con que se suspenda todo. Se puede hacer mucho sin que peligre nada ni nadie.
Jose Luis Yánez Rodríguez.
Cronista Oficial de Teror.
