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[column]a vuelta al colegio ha sido el tema central de muchas conversaciones, debido a la situación que estamos viviendo mundialmente. En Gran Canaria, hemos estado hasta los últimos minutos pendientes de cuando sería el inicio. Muchos profesores, trabajadores de cada centro, alumnado y padres han sufrido grandes consecuencias desde que en Marzo, las puertas se cerraron sin saber cuándo volverían. Todos éramos conscientes de que el regreso no iba a ser sencillo. Varios aspectos iban a ser modificados para garantizar una vuelta segura, siguiendo con las medidas necesarias para continuar formando a l@s pequeñ@s. Tras una larga incertidumbre, se comunicó que el 15 de Septiembre sería la fecha para empezar un nuevo curso, en esta nueva normalidad que vivimos. Las diferentes opiniones se hicieron virales por las redes, creando debates en donde parecía empezar un nuevo curso, en esta nueva normalidad que vivimos. Las diferentes opiniones se hicieron virales por las redes, creando debates en donde parecía que solo existían puntos de vista encontrados, sin llegar a un entendimiento en la mayoría de los casos. Las opiniones más comunes eran: –No queremos una vuelta al colegio, nuestros hijos corren peligro y no los vamos a exponer, hasta que la situación vuelva a ser estable.
-La vuelta al colegio es necesaria para su bienestar, ellos tienen derecho a la educación y a incorporarse como se ha hecho con todo. No pueden seguir sin colegio.
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[column]-Es difícil pero en mi situación por mi trabajo, debo llevarlo al colegio. No tengo otra opción y esto me está creando un cargo de conciencia. Al no saber si estoy haciendo lo mejor para mi hijo, esperemos que no pase nada.
-Deben regresar pero de forma segura, por su bien y el de todos. Sí todo abre, el colegio también, pero que cumplan con las medidas de sanidad. Tantas opiniones y todas con un denominador común, el miedo. Todo ha cambiado repentinamente, en un abrir y cerrar de ojos. Pero hemos recibido otra vez una lección por parte de l @s pequeñ @s. Sólo en la primera semana, las normas han cumplido sin rechistar y con una buena actitud. Demuestran que los cambios también lo viven y sufren. Pero hay solo una opción, aprender a vivir con esta nueva forma de vida. Tal vez esa ansiada normalidad la vida de antes, se ha ido para dar paso a una nueva forma de vivir la vida. ¿Volverá la normalidad? ¿O será esta nuestra nueva verdadera normalidad?
Margua
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