Este pozo dispar,
este abismo insondable
que me habita,
comunión plena
entre el alma y el cuerpo,
confieso que nada humano
me es ajeno.
Soy gruta oscura
llena de miedos
donde retumba el eco
de otros mundos,
donde la piel se eriza,
el frío me invade
y tiritan mis dientes
sin encontrar refugio,
Soy la ansiedad que vuela
recogiendo las prisas,
agitando mi alma hasta
ahogar mi garganta
y anudar las palabras.
Soy agridulce melancolía
que recorre mis calles solitarias,
me vela los ojos
y me empaña la vista.
Soy la alegría
de la fuente que canta
salpicando ,
la amarga tristeza,
que hace brotar el llanto,
soy el fuego salvaje
que la carne me pide,
soy el frío glaciar de la distancia,
Soy ira, impotencia,
ante las injusticias,
la sorpresa que siento,
al despertar el día,
Y soy ante todo ,
más que nada,
la soledad serena
que siempre me acompaña.