El último día de mi vida
quiero que sea como el primero,
vivir una eternidad en cada minuto
y respirar a través de tu aliento.
Que el mar se llene de espuma blanca
y con arcoíris de esperanzas
se despeje el cielo,
que el sol brille en tus ojos
y que el aire sea tu pelo,
que la roca sea mi cuerpo
y la hierba mis pensamientos,
que el árbol se convierta en mi historia
y que no quede tiempo
para el desconsuelo.