Canarias, es sin duda, una de las comunidades que más ha sufrido el impacto económico y social de esta crisis sanitaria provocada por la Covid_19, y los fondos europeos son una gran oportunidad para volver a la senda de la recuperación y hacerlo sobre pilares renovados, que nos hagan más competitivos, resilientes y, sobre todo, mas sostenibles. Es más, no sólo somos una de las nacionalidades y regiones más duramente castigadas por la crisis, sino que ya antes de la irrupción de la crisis nuestro modelo de desarrollo mostraba claros síntomas de agotamiento, de falta de competitividad y de alejamiento de los parámetros de sostenibilidad y de descarbonización.
En este contexto, los fondos europeos de recuperación englobados en la iniciativa NextGeneration EU suponen un hito, sin precedentes, en la historia de la solidaridad europea. A diferencia de lo que ocurrió en la crisis de 2008, Europa aporta, en esta ocasión, 750.000 M€ para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia y para respaldar la recuperación de las economías de los Estados miembros de la UE.
La iniciativa NextGeneration contiene varios instrumentos, pero son dos los ejes fundamentales para nuestra tierra. Por un lado, el REACT-EU. dotado con 47.500 M€, a través de una financiación adicional de los programas operativos de los Fondos de Cohesión (FEDER y FSE), con el objetivo específico de reparar el impacto en los territorios de la pandemia hasta diciembre de 2023. Fondos que serán ejecutados por las CCAA, y de los que a Canarias corresponden 630 M€. Por otro, el Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia (MRR), dotado con 672.500 M€, de los que a España corresponden 69.500 en subvenciones y el resto hasta 140.000 en préstamos, con el mismo fin, mitigar el impacto económico y social de la pandemia y apoyar las reformas e inversiones. Este mecanismo, con un horizonte temporal más largo, durará hasta 2026.
Fondos REACT
Respecto a los fondos REACT-EU, el Gobierno de Canarias remitió al Gobierno de España, el pasado 29 de enero, una propuesta de asignación, en la que el 55% de los recursos (350 M€) se destinan a servicios públicos esenciales; el 42% (265) a apoyo a empresas afectadas por la crisis derivada de la Covid-19, con partidas relevantes para recuperación del sector turístico y conectividad (80). I+D (4,6 M€) y Plocan (6M€).
Es en este programa en el que se enmarca el Plan Extraordinario de Ayudas a Empresas y Pymes, por el que el Gobierno canario hace un adelanto de crédito por valor de 165 M € para ayudas directas a las pymes, autónomos y al sector turístico, y que serán afectadas al REACT-EU cuando se reciban los fondos. La primera convocatoria ya ha sido aprobada y en ella se destinan 84 M € a ayudas directas a Pymes y autónomos especialmente afectadas por la crisis derivada de la pandemia.
Respecto al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, cuenta con una dotación para España de 69.500 M € (el 70% entre 2021 y 2022 y el 30% restante en 2023). Pero para que estos fondos lleguen queda mucho camino por andar, entre ellos que el Gobierno central presente a la CE, antes del 30 de abril el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Plan en el que se establecerán los programas de reformas e inversiones hasta 2026.
Pero para recibir apoyo del Mecanismo, los proyectos (y reformas) deberán centrarse en seis ámbitos de actuación: empleo y crecimiento inteligente, sostenible e integrador; cohesión social y territorial; salud y resiliencia; políticas para la próxima generación, incluidas la educación y el desarrollo de capacidades; y dos ámbitos de actuación transversales, que deben impregnar todos los proyectos y reformas, y que vienen referidos a transición ecológica, al que se destina el 37% del presupuesto y la transformación digital (20%).
Es indudable que la pandemia ha cambiado el mundo y Europa entiende que el nuevo mundo debe ser más digital, más innovador, más sostenible y, lógicamente, también más inclusivo, en el que nadie se quede atrás, por lo que las instituciones europeas exigen que se trabaje hacia esa nueva manera de vivir y en esa forma de entender la economía.
En cuanto al Plan Estatal, “España Puede”, nos encontramos con un contenido de diez políticas tractoras, y hasta 30 estrategias, programas o planes sectoriales, que conllevan la ejecución de proyectos concretos, pero sólo una de las estrategias del Plan España Puede hace referencia al sector turístico. Nos preocupa que el tratamiento que se dé al motor de nuestra economía se mantenga en los mismos términos. Debemos reivindicar ante el Gobierno central la necesidad de que el turismo sea un eje estratégico para el Plan Nacional. Porque el turismo es el motor de nuestra economía, y sobre el que debe pivotar nuestra recuperación y salvo que alguien tenga otra idea mejor que genere más de 300.000 puestos de trabajo en Canarias, es el turismo el que nos permitirá remontar el vuelo. En Canarias, el turismo representa, o mejor dicho, representaba, el 35% de nuestro PIB y el 40% del empleo. Tenemos una dependencia, casi absoluta, de este sector, con lo que las restricciones aplicadas para controlar la pandemia han llevado a la deriva a nuestro motor económico. Ahora tenemos que asumir una caída de 20 puntos del PIB.
Turismo de calidad
Por ello, lo lógico es enfocar nuestra recuperación económica recuperando al sector turístico, porque va a seguir siendo un nicho importante del empleo en las Islas. Eso sí, cualquier proyecto que se plantee para Canarias, tiene que apostar por el empleo inclusivo y por una oferta turística de calidad, porque, indudablemente fue nuestro pasado y asentará las bases de nuestro futuro.
En Canarias, somos pioneros en turismo de calidad, y su oferta también lo es, pero esta no se contabiliza solo en las estrellas de las que dispone un hotel. Hay que repensar mejoras en este sector que incluya y potencie el consumo local y preste unos servicios en consonancia con la economía circular y tenga en cuenta la huella ecológica. No tengo duda de que, con ideas nuevas, estaremos en condiciones de diseñar un plan, de materializar proyectos, en los que el turismo y toda la economía que gira alrededor del turismo, la hostelería y al comercio, por poner algunos ejemplos, nos permita caminar en este nuevo mundo. Pero resulta prioritario ponernos manos a la obra y crearlo.
En definitiva, los fondos de recuperación suponen un desafío de política económica con importantes repercusiones en la política presupuestaria y, sobre todo, un reto de gestión para su ejecución eficaz que permita dar aliento a una economía bastante mermada por el impacto de la pandemia.