El repentino fallecimiento de mi queridísimo amigo y compañero en la Cruz Roja, José Antonio Bolaños Otarola (cariñosamente conocido por el «BOLA»).
Siendo un servidor, David Hatchuell, oficial-jefe de la Cruz Roja en Telde, mi amigo del alma Bolaños (que en Paz Descanse), junto a otro entrañable amigo, Juan Santana Palau, entre otros compañeros, me propusieron la fundación de los GIORS. Un grupo extraordinario de jóvenes voluntarios, que a lo largo de los años y con muchos sacrificios han realizado una labor de lo más encomiable, logrando salvar muchas vidas, arriesgando la de ellos en varias ocasiones.
Según me han informado, Bolaños no pudo rebasar el paro cardíaco que sufrió y falleció en el hospital Doctor Negrín, a pesar de los esfuerzos médicos.
Tristemente, hoy aprovecho esta nota para agradecerle profundamente al querido amigo Bolaños su interés por mi grave estado de salud (llamando diariamente a mis hijos) a lo largo de los seis últimos meses que estuve ingresado (víctima del maldito Covid 19) en los hospitales Doctor Negrín y Perpetuo Socorro.
Muchas gracias «Bola» y descansa en paz.