Hay personas que no les gusta agradecer y aún siendo beneficiadas por la bondad o el buen hacer de otra se cuestionan agradecer o no, prefieren asegurarse con mucho detalle si esa persona cobra por ello y a cambio de qué te regaló ese trato.
Tuve un profesor que nos enseñó a fabricar con nuestras manos, regalos para el día de la madre o del padre. Nos decía que el tiempo dedicado y el trabajo realizado con nuestras manos tenia mucho mas valor para nuestros padres. Porque mientras lo estábamos haciendo pensábamos en ellos, y esa era la mayor muestra de amor que puede ofrecer cualquier persona. Nos decía que nuestro tiempo es lo más valioso que tenemos, que el dinero no lo podrá suplir jamás.
«Aquel que no agradece un pequeño favor, no agradecerá uno grande.»
-Mahoma-
Como parece lógico, todo profesional cobra por su trabajo. Un médico salva vidas, un enfermero ayuda a que recuperes tu salud, un panadero, el repartidor del agua, el fontanero, el bombero, el abogado, el albañil, el barrendero, el terapeuta, el escritor, el profesor, el actor, el jardinero y cientos de profesiones más. Mujeres y hombres que dedican su vida a una actividad mediante la cual se ganan su salario para poder vivir.
Acaso no te sientes agradecido cuando alguien te escucha, te trata con cariño y respeto. Cuando unas manos desconocidas salvan la vida de tu hija, de tu madre. Qué te ocurre cuando en un momento de miedo, de soledad alguien te ofrece apoyo con una simple sonrisa, o cuando la sed te paraliza y te venden una botella de agua, cuánto estarías dispuesto a pagar por ella.
«La gratitud no es solo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás»
-Cicerón-
Vivir en clave de agradecimiento te permite sentir los acontecimientos con una visión amable y amorosa que te aleja de la crítica, la ira, la soberbia y todas esas emociones negativas que te sacan del centro de tu ser, y la verdad de tu corazón.
No se trata de “buenismo gratuito”. No se trata de no reconocer la existencia del mal, de la existencia de personas con actitudes tóxicas, tiranas, egoístas o perturbadas por sus circunstancias. Tampoco se trata de juzgar las buenas, malas, regulares, o más o menos soportables, o todo lo contrario.
Se trata de ti, qué atraes a tu vida, qué lenguaje utilizas, como te relacionas con los demás. Se trata de como te gustaría ser tratado, se trata de ti, del vehículo en el que deseas viajar. Quizá dando las gracias sin pedir nada a cambio, la gratitud viajará contigo.
Erg.