En plena noche sureña, anunciamos aquel comienzo del amor, que comenzó a escondidas bajo la luna llena.

Con nuestros trajes de luces esperamos al toque de clarines y de los chiqueros, al negro toro de la vida, de embestida ciega.

Nuestros corazones, latiendo emocionados, supieron templar su acometida.

Tú, yo frente a la pasión y el juego del arte del amor

Lucimos nuestros sentimientos con trajes de oro y grana, frente al altar de unas sábanas blancas.

Era una noche cualquiera, de esas noches cálidas, cuando llegan las cornadas al corazón, rompiendo la oscuridad.

Así nació nuestro amor y el Cielo se abrió de par en par , para albergar a dos nuevos enamorados…