- Las labores de reforestación han cubierto una superficie de 23,5 hectáreas en la que se han incluido especies en peligro de extinción.
- El programa, que ha contado con una financiación de un millón de euros del Plan Integral de Empleo de Canarias, y ha sido supervisado por el Servicio Canario de Empleo, ha permitido contratar a 51 personas.
La Fundación Canaria para la Reforestación culmina este mes de marzo su proyecto ‘Foresta Plantamos Futuro’, con el que ha conseguido plantar un total de 12.093 ejemplares que contribuirán a recuperar la masa forestal de la cumbre grancanaria tras los incendios de 2019. Además, con esta iniciativa, se ha favorecido la reinserción laboral de 51 personas durante 12 meses.
Tras un año de trabajo, la superficie total en la que se ha trabajado asciende a 23,5 hectáreas, en las que se han plantado diversos ejemplares de Laurisilva como Fayas, Barbuzanos y Viñátigos, Acebiños y Paloblancos, entre otros; así como otras en peligro de extinción o catalogadas como vulnerables, como es el caso del Alamillo de Doramas y el Delfino. En la zona de cumbre, también se han añadido especies agroforestales como almendros, nogales y castaños.
Las labores de reforestación se concentraron en los municipios arrasados por el fuego, principalmente Valleseco, y otros como Artenara, Tejeda y San Mateo. Los participantes en el proyecto debían reunir como requisitos ser mayores de edad y estar empadronados en estas localidades, para contribuir no solo a la recuperación en el plano medioambiental, sino también en el social y económico. En la contratación se priorizó a las personas con escasa formación académica y en riesgo de exclusión, y se dio preferencia a las mujeres, a las que se ha destinado más del 55% de los puestos de trabajo.
Formación adaptada
El proyecto ha sido financiado por el Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC) y supervisado por el Servicio Canario de Empleo, con una dotación económica de un millón de euros dentro del Programa Mixto de Empleo y Formación, Foresta Plantamos Futuro, una iniciativa con la que se ha proporcionado a los desempleados contratados conocimientos prácticos y teóricos necesarios para desempeñar labores de operario forestal; además, con un curso específico sobre prevención de riesgos laborales en este sector.
Con el fin de facilitar su inserción en el mercado laboral, los participantes han obtenido un certificado de profesionalidad al terminar su período de formación, y han cursado 150 horas complementarias en orientación laboral. La irrupción de la COVID-19 provocó un cambio en la formación, que pasó a ser online, siendo importante el apoyo prestado por los profesores para adquirir conocimientos básicos en manejo de ordenadores y aplicaciones.
