Encuentros con Elsa Cabrera Sosa

Si consideramos que la luz es energía y que todo ser vivo está configurado por un sistema multicelular que se genera y activa en función de una energía motora, podíamos conciliar que todo ser humano es un ser de luz.

En términos esotéricos se dice que los seres de luz son entidades que vibran en frecuencias altas, que han elegido el camino del amor y se comportan según sus leyes.

Nos dicen que existen varios tipos de seres de luz, entre ellos «los Ángeles» seres de luz de gran pureza, «los Maestros» que tuvieron vida como humanos, y » los Guías, también llamados como ángeles de la guarda. Hoy nos encontramos ante una mujer que podría estar entre los parámetros antes mencionados. En cualquier caso, estaríamos entre esas dos dimensiones cada vez menos controvertidas que responden a lo oculto y a lo visible, lo espiritual y lo científico. Una disyuntiva qué grandes hombres de la psicología universal cómo Carl Gustav Jung, han logrado acercar.

Elsa Cabrera es filóloga, escritora, autora, conferenciante y acompañante. Según sus propias palabras -Después de llevar la carrera a cabo y desarrollar mi vida profesional, comercial y familiar, sentí el llamado a inspirar en los demás para hacerles entender que las cosas materiales no traen la felicidad, pues no consigue que las personas sean creativas y poderosas. Cuando nuestra atención está puesta «afuera», se vive de manera distraída, solo transcurre el tiempo, entonces se va tejiendo un grueso velo que ciega nuestro verdadero SER, por lo que se hace urgente la búsqueda en el interior de cada uno para nuestro propio renacimiento. En la conversación que mantenemos con ella, nos habla de ser dueños de nuestra propia existencia, de romper las cadenas de viejas creencias y temores que nos mantienen atados, de dejar de ser víctimas de nosotros mismos, de terceros y de diferentes circunstancias cotidianas. Nos habla del ser que ha ido quebrando con el paso del tiempo y de permitirnos descubrir todo aquello que era invisible para nosotros, que nadie puede vivir tu vida, de ser consciente, de que eres tú solo quien determina las acciones y también de los miedos.

Nos habla de volar, de crecer, de brillar, pero lo hace desde la experiencia personal, desde sus convicciones y con los pies bien firmes sobre la tierra, consciente de que la vida es un transitar constante dónde tenemos la dicha de experimentar todas las emociones humanas posibles y donde el éxito es mucho más que los logros materiales y que el éxito está en la alegría que produce sentirse viva y presente.