El Parkinson ha permitido desarrollar sus habilidades y vocación artística, reconoce que es una enfermedad degenerativa pero también una oportunidad para emprender nuevas iniciativas con ilusión y esperanza, para vivir el ahora de forma presente y consciente, «me permite conectar con mi ser, con toda la grandeza que puedo encontrar dentro de mí». Quiere demostrar que cualquier dificultad también se puede convertir en una oportunidad.
Guillermo Sánchez abre su corazón y se entrega en Encuentros con… donde expresa todo su sentir, sus proyectos y su gratitud con la vida.
Guillermo Sánchez Suarez
Existen fotos de una enorme nitidez y complejidad artística, hay vídeos que nos aportan enriquecedoras enseñanzas, hay películas que nos transportan en el tiempo… también experimentamos nuevas sensaciones gracias a convivencias de todo tipo, hay doctrinas, hay sectas, existe todo un mundo lleno de recuerdos, hay lazos familiares que nos marcarán para toda la vida, hay amigos entrañables y conocidos o conocidas que nos aportan cosas muy constructivas y positivas.
En todos ellos podremos dejar nuestra huella indeleble, la impronta de nuestro paso por la vida, nuestra más o menos insignificante constatación de haber existido en la inmensidad del procesamiento sensorial de cada uno y en la sinrazón del infinito imaginario. Puedo asegurarles que ha sido ponerme a compartir lo que escribo y lo que dibujo de todo corazón y con toda la buena intención de mi alma generosa y agradecida, para constatar y verificar que son estos seguramente, algunos de los mejores y más válidos legados que puede dejar una persona con sueños, ilusiones e inquietudes a lo largo y ancho de su paso por este maravilloso, extraordinario, intenso y en ocasiones cruel soplo de aire que es nuestro relato existencial.
La prosa literaria en general, pero sobre todo la autobiográfica, y el «don» artístico del dibujo en sí mismo, me parecen una de las herramientas más duraderas, más genuinas y de mayor capacidad sensorial para optar a hacerse un hueco en aquellos receptores deseosos o interesados en saber de ti, de quién fuiste o de quién quisiste ser, de la intensidad y de la calidad humana que tenían tus actos y tus palabras, de la pureza de tus sentimientos y de la humildad de tus pensamientos.
Así pues, mayor motivo aún para esforzarse al máximo y conseguir ese logro al que todo ser humano deberíamos aspirar: tratar de convertirnos o de comportarnos como personas coherentes y consecuentes o al menos morir en el intento.
Hasta ahora he tratado con el paso de los años, simular o mimetizarme con esa hormiguita diminuta, huyendo de notoriedades y de aglomeraciones que invadan mi espacio y mi sosiego, pero he de reconocer que estoy increíblemente excitado, emocionado y compungido con la sola idea, con la majestuosa posibilidad de que esta aventura literaria y artística, me brinde la ocasión de estar a bien conmigo mismo y con el entorno que me rodea. Pareciera por un momento que todo tiene sentido, que todo tiene su lógica, como si la maquinaria y los distintos engranajes y entresijos de lo que entendemos por «vida» echasen a andar y a compartir deseos de amor y fraternidad con todo el mundo, muy especialmente con los que hemos comprendido con los años y con la madurez, que el camino más corto hacia la consagración de nuestra dicha y la de los demás radica en este fin último: «El procurar ser siempre gente de paz, ser gente de bien».
Texto curricular
Soy José Guillermo Sánchez Suárez, nacido en el año 1963 en Valleseco; un hermoso, entrañable y frío pueblo de las medianías de esta isla de Gran Canaria.
Allí, entre veladas neblinas, entre espesas brumas que me abrazaban y me seducían, entre copiosas lluvias y heladoras escarchas, se forjó mi inquietud artística y creativa, se consolidó mi interés y mi curiosidad bajo el prisma de una persona sensible y soñadora.
NO supe escuchar los buenos consejos de quienes ya veían en mí ciertas aptitudes o cualidades para las bellas artes y no ha sido hasta hace bien poco, coincidiendo con la forzosa jubilación por la enfermedad de Parkinson, cuando he dispuesto de más tiempo, de más espacio y de más madurez, para por fin dar rienda suelta a mi inquebrantable imaginación artística y literaria (Con una novela a medias, microrrelatos y poesía libre) siempre de forma totalmente autodidacta, sin recibir ningún tipo de formación académica, ni siquiera un cursillo al uso.
Así pues, mi currículum comienza oficialmente en el mes de noviembre del año 2019 en la sala de exposiciones del Auditorio de Valleseco, como no podía ser de otra manera. Gracias al apoyo recibido por la corporación municipal y sobre todo por su alcalde Don Damaso Arencibia. Cincuenta obras a grafito, confeccionadas durante los dos últimos años y la cual no sólo supuso el darme a conocer, sino que además fue un rotundo éxito de afluencia y de crítica.
Seguidamente en el 2020 expuse en el pueblo vecino de Moya, y posteriormente en las cocheras de Guaguas Municipales en El Sebadal, donde trabajé de conductor unos veinte años.
Actualmente estoy a la espera de confirmación de fecha para poder exponer en el museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria. También he formado parte de un ilusionante proyecto, como ilustrador de las portadas de dos libros escritos por mi amigo y parkinsoniano como yo Don Alejandro Diepa León, tratando desinteresadamente el tema del acoso escolar.
Quiero recalcar también que tengo en mente ideados dos macroproyectos para la ciudad de Las Palmas de Gran y que con un poco de suerte próximamente verán la luz.
Tan sólo espero y deseo que esto tenga un largo camino por recorrer y que por un lado vea cumplido mi gran sueño y por otro lado no les defraude, ante las muestras de cariño y de apoyo que tan amablemente han depositado en mí.