Cuando escuchamos ese típico tópico que dice: “La juventud está perdida, no se compromete.” No es necesario reaccionar con cualquier cosa, tan solo con mostrar las diferentes realidades que viven los jóvenes podremos dar respuesta, cientos, miles de respuestas que demuestran una realidad bien distinta que nos indica un camino de ilusión y esperanza.
Hoy en este reportaje podremos mostrar una de esas realidades en la figura de un joven canario que se atrevió a superar las barreras que se le presentaban desde su entorno más cercano. Como él mismo reconoce, sus propias barreras son las primeras que tuvo que romper para avanzar hacia nuevos horizontes.
Libertad implica responsabilidad, esa fue una de las principales enseñanzas que recibió de sus padres. Él asumió el reto impulsado por la ilusión de convertirse en actor profesional, nada le ha sido regalado, abrirse camino en el mundo de las artes escénicas es mucho más duro que lo que pueda imaginarse para quien solo vea la banalidad del mundo de los famosos.
Su formación artística adquiere una inusitada versatilidad basada en la multiplicidad de registros que atesora en el ámbito de la música, el cine, el teatro, pero especialmente el manejo de idiomas como el inglés o el francés (que viene a ser idioma materno junto con el español).
Basta con otear su currículum para apreciar la evolución y tras ella suponer el extraordinario trabajo de formación, constancia y persistencia que le caracteriza y honra. Sin lugar a duda estamos ante un joven tocado con la varita de la ilusión y el éxito, pero especialmente consciente de que esta fascinante profesión es un camino de rosas con espinas que hay que plantar y cuidar cada día para que luzcan con esplendor en una tierra a veces seca otras demasiado húmeda, sobre la que siempre y aunque no se vea, sale el sol.
Sus excelentes cualidades artísticas junto a la constante formación le permitirán continuar creciendo sin límites en el ámbito de su trabajo, pero algo más importante está ocurriendo y es donde radica el éxito de lo que hace. Su formación emocional y espiritual se convierte en el núcleo y eje desde el que gestiona los ruidos y silencios que acontecen fuera y dentro de su ser. Es este el mayor de los logros de un ser humano. Saberse vivo y consciente para que su vida tenga sentido. En ese camino anda este joven valor que representa a gran parte de la juventud actual.
Les presentamos el currículo del protagonista de este ENCUENTROS CON… Horacio Colomé
