Encuentros con Rosy Robaina

Rosy es de esas mujeres que proyectan autenticidad nada más verla. Observadora, crítica consigo misma, se permite transitar cautelosa por lo no explorado sin que el miedo domine la escena, esto le faculta para afrontar nuevos retos, y saber decir  sí o no de forma serena y de frente.

En esta aventura que le fue regalada a su nacimiento, han sucedido tantos acontecimientos como puestas de sol, tienen los días.

La montaña rusa, el tiovivo, la noria y todos los artilugios de feria posibles, cargados de emociones, metafóricamente, han sido testigos de su aprendizajes, retando a la adversidad con la mirada de quién sabe qué trás la pared existe un espacio para para experimentar no se sabe qué.

Suena la música en sus venas con glóbulos tristes y alegres quedando siempre la melodía perfecta en su corazón-razón. Agradecida,  afronta cada mañana, basta una mirada desde su ventana para encontrar alicientes que justifiquen el primer sorbo de esperanza. No espera nada que no sea capaz de crear, esto le hace creer en sus posibilidades para dar vida a las letras que pincela con un teclado que no se resiste a la sensibilidad de unos dedos preñados de belleza. Su mirada ilumina una sonrisa vacilante entre el ceño de su frente y los hoyos de sus mofletes.

Saber estar es estar sabiendo que no eres más ni menos, pero cuando toca, responder con la seguridad de quién sabe que puede estar equivocado. Decían nuestras abuelas «parece que no moja pero empapa», y eso es aplicable a Rosy Robayna. Al mantener una conversación como esta que hoy les ofrecemos en ENCUENTROS CON, sabes que estás ante una mujer que no necesita hacer marketing, simplemente, muestra sus habilidades y  conocimiento con el trabajo cotidiano de forma natural y sencilla, conocedora de sus carencias pero también de sus cualidades, y estás son muchas, especialmente la bondad con la trata la vida y a los seres que la habitan.

Rosy Robayna:

 Rosa María del Pino Robaina Campos  (Las Palmas de Gran Canaria, 1968)

Realizó el Curso de Acceso a la Universidad (Humanidades Aplicadas a las Ciencias) y cursos de idiomas, alemán e inglés, así como Grabador de Procesos de Datos, entre otros. Abandonó la carrera de violín en el Conservatorio Superior de música de Las Palmas al tercer año por motivos de salud. 

Y ahí anda:

Ha participado en dos cursos literarios. El primero, en 2017, en la Casa Museo Pérez Galdós impartido por Santiago Gil. El segundo, 2018, en Ámbito Cultural del Corte Inglés, impartido por Ángeles Jurado, Susi Alvarado y Teresa Iturriaga.

Escribió su primer cuento, Manos de muñeca, a los nueve años.

En 2016 retomó la escritura y abrió un blog, Pienso, luego, asusto. En 2018 abre, Sigo cuerda de remate, publicando en facebook hasta hoy.

Colaboró en el poemario Mujeres 88 (Beginbook, 2017).

Mención Honorífica de la Asociación Mujer Canaria Siglo XXI. 

Participa en varios grupos literarios, como el Club de los Retos de Dácil. 

Sueños cruzados (Agencia del Libro, 2108) es su primer poemario.

En enero de 2020 ediciones Aguere Idea, publicó su primera novela, <<Apunta adonde duele, que todo estará bien>>.

En estos momentos está trabajando en dos obras nuevas, una de ellas finalizadas, y sigue escribiendo en las redes sociales << de cuando en vez>>.