Tenerife continúa en nivel 3; Gran Canaria en nivel 2, y La Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Graciosa, en nivel 1
La Consejería de Sanidad ha acordado este jueves, 15 de julio, tras analizar la evolución de los datos epidemiológicos, elevar a la isla de Fuerteventura a nivel de alerta 3 y a la isla de La Palma a nivel de alerta 2, mientras que el resto de islas continúan en el mismo nivel en que se encontraban. De esta manera, Tenerife se mantiene en nivel de alerta 3, Gran Canaria en el nivel 2, y La Gomera, El Hierro y Lanzarote (donde epidemiológicamente se incluye La Graciosa), en nivel 1.
La actualización de nivel entrará en vigor desde esta tarde de jueves tras la actualización semanal del Semáforo de incidencia acumulada (IA), publicado en la web de la Consejería de Sanidad. Esa decisión se sustenta en el informe emitido por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS) con fecha de 14 de julio.
Ese informe, en el caso de Fuerteventura, indica que entre el 30 de junio y el 13 de julio se han notificado 352 casos de COVID-19, lo que representa un promedio de 25 casos diarios. La tasa de Incidencia Acumulada (IA) a 7 días ha ido ascendiendo transitando del riesgo alto al muy alto el día 9 de julio, mientras que el indicador de riesgo de la población mayor presenta un nivel de riesgo medio. No se han registrado defunciones, ni ingresos en UCI, y la ocupación hospitalaria por COVID está en riesgo mínimo. Sin embargo, la situación asociada a los brotes, sus características y su extensión, junto al ascenso marcado y rápido del nivel de transmisión, plantean que, con el fin de controlar la transmisión, la isla se eleve a nivel de alerta 3.
En cuanto a La Palma, se indica que entre el 30 junio y el 13 de julio se han diagnosticado 139 casos, 10 durante la primera semana de la quincena y 129 en la semana más reciente, presentando una tasa de Incidencia Acumulada a los 7 días de 111,4 casos por 100.00 habitantes, en nivel de riesgo alto. La tasa en población de 65 o más años se sitúa en nivel de riesgo bajo, con 18,1 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que también está en riesgo mínimo la ocupación hospitalaria, en camas convencionales y en UCI. Por ello, se propone elevarla a nivel de alerta 2.
El resto de islas se mantienen en el nivel establecido la semana anterior, pero todas ellas bajo la vigilancia epidemiológica debido a algunos incrementos importantes y a la aparición de brotes. Tanto en el caso de Tenerife como de Gran Canaria, el informe recoge que, si bien se mantienen en el nivel de alerta que tenían, los indicadores apuntan a que a corto plazo no se descarta que se tenga que establecer el nivel de alerta superior.