La Agáldar milenaria, la antigua Corte de los Guanartemes y capital canaria hasta el siglo XV es hoy, cinco siglos más tarde, una auténtica ‘ciudad superpuesta’ en la que conviven los restos de la antigua sociedad canaria con las nuevas tradiciones traídas por los castellanos tras la conquista de Gran Canaria. Es una ciudad orgullosa de su historia y su cultura que acoge y sumerge al visitante en la antigua sociedad indígena con yacimientos desde la costa hasta la cumbre: desde primera línea de mar con la necrópolis de La Guancha, en su propio casco histórico con el parque arqueológico de la Cueva Pintada, y en los Altos de Gáldar con Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2019.
Pero la Gáldar de los últimos cinco siglos es también la ciudad orgullosa de su templo neoclásico, el mayor monumento de la ciudad declarado Bien de Interés Cultural en 1986 con el Conjunto Histórico de la Plaza de Santiago, Casas Consistoriales y el templo jacobeo cuya construcción comenzaba el 23 de mayo de 1778 sobre los restos de antiguos templos dedicados a la advocación de Santiago desde que en 1482 el Obispo Frías celebrara por primera vez eucaristías dedicadas a Santiago Apóstol en una antigua casa canaria reconvertida desde entonces en templo jacobeo.
La tradición jacobea galdense hunde sus raíces en la propia esencia de la conquista de Gran Canaria: los castellanos instituyeron la advocación de Santiago Apóstol, patrón de la metrópoli española en Gáldar, capital de la isla sede del poder político de los Guanartemes. A partir de ese momento, la ciudad de los caballeros comienza a celebrar cada mes de julio la festividad del Apóstol Santiago como sus fiestas patronales, contando ya con más de cinco siglos de tradiciones vinculadas a estas celebraciones, y consolidando las peregrinaciones de multitud de personas a los pies del apóstol durante siglos a través de los antiguos caminos reales de la isla de Gran Canaria, muchos de ellos de origen prehispánico.
Pero sin duda, es a partir de 1965 cuando se produce el mayor reconocimiento a la tradición jacobea galdense por parte de la Bula Papal de Pablo VI que equipara las indulgencias plenarias de los peregrinos que alcanzan la Puerta Santa o del Perdón del Templo Matriz de Santiago de Los Caballeros de Gáldar con las otorgadas en Galicia en la Catedral de Santiago de Compostela. A partir de entonces, diversos pontífices reconocen cada Año Santo Jacobeo mediante bula papal la tradición jacobea galdense, hasta que en 1993 Juan Pablo II lo hace ‘in perpetuum’.
Más allá de la relevancia religiosa, la tradición cultural galdense de los últimos cinco siglos es inseparable de la tradición jacobea que ha consolidado la ciudad y heredado de unas generaciones a otras. Para el Ayuntamiento de Gáldar el Año Santo Jacobeo 2021 es una oportunidad para afianzar y reforzar esa tradición jacobea de la ciudad, potenciando sus valores culturales, naturales, patrimoniales, gastronómicos y hasta sentimentales para los propios galdenses y canarios.
Pero el Camino de Santiago de Gran Canaria, por su propia fisionomía de más de 70 kilómetros cruzando la isla de sur a norte, atravesando los parajes de las cumbres de la isla y bordeando los espacios de las Montañas Sagradas de Gran Canaria declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO, es el argumento perfecto para diversificar la oferta cultural y turística de la isla, apostando por un turismo que conecte con los valores de la tierra que visita y, por tanto, entienda mejor la necesidad de conservar su paisaje y sus tradiciones. Un turismo activo de naturaleza y cultura, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, que supone una diversificación importante frente al turismo de masas de sol y playa del ‘todo incluido’.
Es también una oportunidad para que todos los canarios conozcamos mejor, paso a paso, a pie, el continente en miniatura de la isla de Gran Canaria con sus contrastes paisajísticos y etnográficos que nos permiten saborear un paisaje único, esa tempestad petrificada de Unamuno que explica el origen volcánico de la isla, que contrasta con el esplendor verde de los centenarios Pinos de Gáldar o las llanuras donde pastan los ganados de ovejas productoras del afamado mundialmente queso de flor del Norte de Gran Canaria.
Afortunadamente, este Año Santo Jacobeo 2021 ha servido también para que, por primera vez, todas las administraciones trabajemos de la mano para potenciarlo. El Gobierno de Canarias con diversas iniciativas financiando la difusión, promoción y mejora de la señalización del Camino de Santiago de Gran Canaria, la creación de albergues para los peregrinos o la restauración de los Bienes de Interés Cultural que forman parte de esta tradición. El Cabildo de Gran Canaria ejecutando la mejora de la señalización en los espacios naturales protegidos de las cumbres y potenciando la celebración del Año Santo Jacobeo 2021 en Tunte y en Gáldar, las dos sedes jacobeas insulares que unen sur y norte de la isla en un único camino, con un único objetivo.
Gáldar Jacobeo 21 servirá para difundir la cultura grancanaria, la de la isla de los Guanartemes y Faycanes, donde sus gentes adoraban a los astros y domesticaban el paso del tiempo en santuarios astronómicos como Risco Caído o en la necrópolis de La Guancha en cada solsticio, o hacían arte en las paredes de la Cueva Pintada. Pero también donde las últimas generaciones continuaron el legado y el mestizaje tras la conquista, afianzando una nueva cultura cargada de tradiciones que conviven con la esencia prehispánica de la isla, y enriquecen a la ciudad superpuesta, al continente en miniatura; a Gáldar, a Gran Canaria.
Julio Mateo Castillo
Concejal de Cultura y segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Gáldar