En los artículos de opinión, relatos cortos, novelas… todo lo que expreso y escribo lo firmo con el nombre, Margua. Esto tiene una razón, en un certamen literario, especificaban que para firmar la obra tenía que ser con un seudónimo. En ese momento tuve que plantearme un seudónimo para mí, para poder participar, ya que tenía la costumbre de firmar con mi nombre. Parecía complicado definirse en una sola palabra… Buscar un nombre que represente lo que uno es, lo que siente, aquello que nos inspira y nos da la oportunidad de escribir miles de historias que encierran ocultos y grandes sentimientos.
Margua es la fusión de: mar y agua. Elegí esas dos palabras porque me han acompañado siempre en mi vida… En el mar me refugio para nadar, bucear y olvidarme del resto, conectar conmigo misma desconectando de lo que me rodea. Agua porque esa palabra representa vida, sin agua nadie podría sobrevivir. El agua está presente en gran parte de nuestras vidas y en mi caso… sin mar ni agua, no tendría grandes ideas.
Para inspirarme suelo ir a la playa, me recorro Las Canteras sin darme cuenta que cada paso que doy es una historia que comienza a recobrar vida, enlazando lo que veo con lo que siento y así hasta llegar a llenar mi cuaderno blanco… con palabras que surgen de mis miedos, sueños, ilusiones, de imaginar aquello que no puedo tener, pero en mis letras todo es real…
Así es… Margua es la mujer que siente sin miedo a expresarse por escrito, que plasma lo que lleva guardado en su interior, que se inspira por su dolor y por todo el amor que siente… Margua es mi alter ego, ella es la que da vida a la luz y oscuridad que habita en mí.