Adaptarnos a un escenario en constante cambio es la clave para avanzar en un mundo en el que las oportunidades y los recursos para contribuir a un cambio común, como sociedad, son limitadas. Está en la ciudadanía generar inercia para contribuir a la transformación de las sociedades, pero es responsabilidad de las personas que gestionamos desde las instituciones públicas hacerlo posible.
Son muchos los retos y los cambios a los que tenemos que adaptarnos. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha marcado una hoja de ruta en las distintas áreas y ha dejado en evidencia el concepto actual de urbanismo y vivienda.
Debido a que el territorio es frágil, limitado y fragmentado, más aún en las Islas, el difícil acceso a la vivienda para muchos/as que cuando lo consiguen también les surgen nuevas necesidades.
Ser eficientes tanto en el uso del suelo como saber proyectar urbanísticamente construcciones más sostenibles y eficientes energéticamente. Debido a que los recursos son limitados y muchas veces nos centramos en construcciones monótonas, intensificadas y que no respetan un diseño armonioso de los municipios. Ya lo decía el propio César Manrique, “Se trata de vivir cara al futuro, contribuyendo a construir una alternativa limpia, inteligente y de calidad de vida. No debemos desfallecer, hay que seguir adelante, estar vigilantes y mantener viva la conciencia crítica, pues el futuro nunca está conseguido, lo tenemos que hacer desde el presente. Se trata de hacer convivir la industria turística con la defensa del territorio y de la cultura propia”.
Hay que proyectar el futuro adaptándonos a los nuevos conceptos de convivencia, protección de lo nuestro y garantizando el derecho a la vivienda de las personas que nos eligen para implantar su proyecto de vida y, hacer de nuestro municipio, su hogar.
Por todo ello, los ayuntamientos como las administraciones más cercanas a la ciudadanía, conocemos de manera más directa las necesidades de nuestros vecinos y vecinas. En este sentido, el acceso a una vivienda es, sin lugar a dudas, una de las principales prioridades a las que queremos dar respuesta. Por eso, en Guía estamos preocupados por dicha problemática, (ya que las últimas promociones fueron en la década de los años 90), hemos cedido una parcela municipal de 1.408 metros cuadrados para la ejecución de viviendas destinadas a las familias con menos recursos y sin olvidar que este municipio ha sido incluido en el Plan de Vivienda de Canarias 2020-2025.
Asimismo, estamos mejorando el acceso a nuestro municipio y remodelando la “Plaza Grande” y su entorno perimetral actuando de forma respetuosa con los elementos protegidos por el PEPRI como la balaustrada, la conservación del adoquinado exterior, el cuidado y refuerzo de la vegetación interior y la preservación de la Plaza Grande en un entorno armonioso y privilegiado como es nuestro casco antiguo declarado Bien de Interés Cultural en 1982, con la categoría de Conjunto Histórico.
César Jonay Medina Rosales
Concejal de Urbanismo, Vivienda, Recursos Humanos, Policía Local y Protección Civil del Ayuntamiento de Santa María de Guía.