El tarro canelo (Tardona ferruginea), una bonita ave que pertenece a la familia de las anátidas se reprodujo por primera vez en La Aldea. Se trata de una especie que llegó a Canarias en 1996 y esta primavera logró diez pollos en el municipio, de los que han sobrevivido ocho. Es una muy buena noticia que aumenta el inventario de aves nidificantes en la localidad.
Además, también se puede confirmar la reproducción de al menos una pareja de martinetes (Nycticorax nycticorax), una zancuda prima de garzas, garcetas o garcillas. En este caso salieron adelante dos pollos.
Sin embargo, y como nota negativa, después de muchos años no se detectó ninguna pareja reproductora de chorlitejo chico (Charadrius dubius), un ave acuática residente cuya población sufre un preocupante declive.
Cabe recordar que las molestias en las áreas de cría son las principales amenazas para estas especies.
Con los datos con los que finaliza el periodo reproductor, La Aldea se reafirma como un espacio de máxima importancia para las aves acuáticas, ofreciendo una gran cantidad de ambientes húmedos, hábitat de una amplia lista de especies migratorias y residentes.